lunes, 17 de agosto de 2020

Ley de Humedales: el lobby en contra de Rogelio Frigerio

Las quemas de las islas del Paraná que llevan a cabo productores agropecuarios para ampliar la frontera sojera produjeron no sólo repudios de amplios sectores sociales -no sólo en Santa Fe y Entre Ríos-, sino también el impulso de una nueva ley de Humedales que proteja efectivamente esos ecosistemas -que representan el 23% del territorio nacional-, normativa que ya comenzó a discutirse en comisión en la Cámara de Diputados de la Nación.
Pero no sólo importantes productores agropecuarios tienen intereses en la zona -por ejemplo, José Aranda, uno de los principales accionistas del Grupo Clarín-, sino también empresarios inmobiliarios que ya han desarrollado -sobre los humedales entrerrianos- emprendimientos que una ley más estricta podría perjudicar.
Entre ellos, el ex ministro del Interior durante el gobierno de Mauricio Macri, Rogelio Frigerio, que años atrás construyó -en su campo familiar de Villa Paranacito (Entre Ríos)- el Barrio Náutico Sagastume, un negocio inmobiliario cuestionado por los pobladores de la zona, que lo señalan por afectar recursos hídricos con obras públicas que el Estado financió para beneficio privado, es decir, de Frigerio.
La denuncia la reveló el periodista Diego Genoud en noviembre de 2016, mientras se debatía la ley de Humedales, que Alfredo De Ángeli -hombre de Frigerio- torpedeaba desde el Senado, y que terminó perdiendo estado parlamentario en Diputados. La excusa habitual de los lobbistas en contra de esta normativa es que "hay que buscar un equilibrio entre producción y ambiente".
El barrio de Frigerio se encuentra en la zona de Islas de Ibicuy, en el sur entrerriano, sobre la ruta provincial 46, y comprende 550 parcelas de un promedio de 600 m2 con salida náutica al río Uruguay. Villa Paranacito está ubicado a 88 kilómetros de Zárate y a 110 de Gualeguaychú, pero la localidad importante más cercana es Nueva Palmira, a 40 kilómetros, al otro lado del Río Uruguay. 
"Lo de Frigerio es emblemático, no hay otro caso igual en la zona. El campo era un bañado y es una herencia, se llama El Guasuncho. Son alrededor de 4.000 hectáreas que originalmente tenían a la ganadería como actividad principal. Hay 2.500 hectáreas endicadas", describía Jorge Temporetti, presidente de filial Delta de la Federación Agraria, uno de los críticos que se animaba a levantar la voz en ese entonces -noviembre de 2016- ante el poderoso ministro macrista.
Frigerio está asociado con Martín Anguiano, actual diputado provincial de Cambiemos, en tres empresas: Desarrollo Inmobiliario Alto Delta S.A (DIASA), Inversiones Alto Delta y Nogales de Entre Ríos. En setiembre de 2010, presentaron juntos el barrio náutico en la Bolsa de Comercio de Villa Paranacito. "Para justificar el millón de pesos que puso el municipio para pagar el abastecimiento de luz del barrio náutico, que costaba 2 millones, le pasaron a llamar Barrio Náutico Municipal Sagastume", publicaba Genoud en 2016.
A fines de 2014, el ex diputado provincial Lisandro Viale presentó un pedido de informe en la legislatura entrerriana que nunca fue respondido: "Frigerio tiene un emprendimiento privado pero el Estado le llevó asfalto hasta la puerta, le está dragando el paso y le puso energía eléctrica con el 50 por ciento de un transformador que pagaron la provincia y el municipio con dos millones de pesos".
El delta del Paraná es uno de los humedales más grande del mundo, tiene 1.400.000 hectáreas. Villa Paranacito tuvo una inundación muy grave entre marzo y junio de 2016. Algunos la comparan con la más grande y prolongada de la historia, en 1983, que duró casi un año y medio. Los vecinos del lugar la atribuyeron a los desarrollos inmobiliarios, como el de Frigerio.
El presidente de la Sociedad Rural de Islas del Ibicuy, Armando Cadoppi, sostenía que, en los últimos años, el Delta se desenvolvió sin un plan integral y se convirtió en un laberinto de caminos. "La gente que vive en Sagastume es de Buenos Aires y el conflicto se le genera a los que viven en el lugar. Si no estuvieran pensando únicamente en su interés personal, tendrían que dar un ejemplo", reclamaba.
Por su parte, Temporetti agregaba: "El asfalto de ingreso a Villa Paranacito, que es deplorable, casualmente termina abruptamente ni bien se pasa por el barrio de Frigerio. Es decir, que quien llega a su fracción en el barrio lo hace por asfalto. Pero para llegar a Villa Paranacito se debe transitar por ripio ya que el pavimento termina unos 700 metros antes de llegar al Parque Industrial. Más burdo imposible".
Como ministro del Interior, era el propio Frigerio el que decidía la asignación de fondos para este tipo de obras, al estar encargado también del área de Obras Públicas para todo el país.
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