Gino se mal acostumbró. Él compró sus insumos sin ser importador registrado ante AFIP (Agencia Federal de Ingresos Públicos) y creyó que comprar así, sin estar registrado y disponiendo libremente de monedas que él no genera y que el país no emite, es un derecho, es su derecho.
Pero no; comprar en el exterior significa disponer de divisas que genera el conjunto de la población, divisas que son limitadas, escasas y que hay que administrar y utilizar estableciendo prioridades, y, además, comprar en el exterior sin ser importador registrado es una excepción con límites, límites enormemente ampliados estos últimos 4 años por empresarios del sector de envíos postales que tuvieron acceso a redactar y emitir resoluciones desde el Estado en detrimento tanto de la industria nacional como de los importadores registrados que pagan derechos, impuestos y tasas, que certifican bajo normas locales los productos y cumplen con todas las exigencias que los organismos locales piden tanto al importador como a quien produce acá, que contratan y pagan despachantes, comisionistas, fletes, almacenajes carísimos, manipulaciones, convirtiendo una excepción en competencia desleal.
Gino, que innegablemente hace una obra de bien, tiene que ser asesorado.
Si él se registra y actúa oficialmente como importador, el tipo de cambio para sus importaciones seguirá siendo el oficial y hasta podría obtener beneficios fiscales en IVA, IVA adicional, Ganancias e Ingresos Brutos, impuestos que estuvo pagando al recibir productos en su casa por el subrégimen "Pequeños Envíos", sin posibilidad alguna de descontarlos".
Por Sergio Fossati
Licenciado en Comercio Internacional
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ACTUALIZACIÓN (10 hs)
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1 comentarios:
No, no se equivoca. Vive en la Argentina. La solidaridad escapa a la burocracia de inscribirse en registros nacionales, provinciales y hasta municipales. Si todo fuese así, no existirían los Ginos. Tampoco habría comedores si les exigiesen a las personas que se inscriban como ONG / Fundación, por más beneficios fiscales que pudiesen obtener. No voy a criticar la medida económica, considero que era necesaria, pero Gino es parte de los daños colaterales que suponen las medidas macro. Impactan en lo micro, duele y hay veces que es mejor llamarse a silencio por respeto a sus acciones.
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