lunes, 9 de diciembre de 2019

#ChauMacri El duelo del periodismo macrista

Mauricio Macri encabezó, el sábado, su acto de despedida en la Casa Rosada, a dos días y medio de dejar el poder. La convocatoria en la Plaza de Mayo y alrededores fue menor a lo esperada, quedó lejos de la autodenominada "Marcha del millón" de octubre pasado y en el resto del país no se informó de grandes concentraciones por el fin de la (des)gestión Cambiemos.
"Hay gato para rato" y "la queremos presa" fueron algunas de los epítetos que enarbolaron los fanáticos cambiemitas, no sin antes agredir a un periodista del canal C5N, y prometer volver en cuatro años, luego de resistir en el llano ("Como hicieron los kirchneristas", se imaginó una señora, ante los micrófonos de TN).
Ayer domingo, los periodistas que más hicieron oficialismo estos años se ocuparon -en sus respectivos medios- de despedir al Presidente, no sin un dejo de lamento y nostalgia, y prefiriendo -en sus tapas- hablar de "una multitud" para referirse a la cantidad de gente que le dijo adiós a una de las peores administraciones desde el regreso de la democracia en 1983.
Joaquín Morales Solá (La Nación): "Macri nació como un príncipe de los dueños del capital argentino. Pudo haber elegido sentarse en la cabecera de cualquier mesa del "círculo rojo" (nombre un tanto despectivo que él mismo instaló para referirse a los principales empresarios del país), pero prefirió, contra la voluntad de su padre, embarrarse en el lodazal de la política. Su apellido lo ayudó porque ya era famoso antes de ser famoso, aunque también lo metió en un corral rodeado de prejuicios. Solo la impronta irrefrenable de su amiga Elisa Carrió ayudó a romper ese cerco de prejuicios que acorralaba a Macri. El prejuicio es una forma de discriminación. Nadie puede explicar por qué Macri es, por llamarse Macri, un insensible que gobierna solo para los ricos, como estableció su oposición kirchnerista. (...) Una noción nueva de libertad se instaló en el país desde 2015. (...) La política exterior de Macri se ocupó de restablecer relaciones normales fundamentalmente con los Estados Unidos, Europa y Brasil, aunque no despreció a nadie. La propia diplomacia argentina reconoce el papel importante y silencioso que en la política exterior cumplió Juliana Awada, la impecable primera dama".
Silvia Mercado (Infobae): "Como despedida final, se lanzó sobre la gente que estaba tan emocionada como él. No fue al estilo de Néstor Kirchner cuando asumió la presidencia el 25 de mayo del 2003, cuando se golpeó la cara con un objeto contundente, tal vez una cámara de televisión. En este caso, el baño de multitud se hizo de un modo cuidado, ya que tiene una vértebra lumbar desplazada, que lo obliga a permanentes infiltraciones para moderar el dolor.
Alejandro Borensztein (Clarín): "Al final, el tipo no sólo evitó el helicóptero sino que se va despedido por multitudes y votado por el 40,3 % de los argentinos. Así consiguió que el peronismo deje de ser el único partido que a veces finaliza sus gobiernos. Perdieron el invicto. Gran mérito del Gato teniendo en cuenta que, salvo los líderes extranjeros, el resto de la dirigencia le jugó siempre en contra: desde la mayoría de los sindicatos hasta la mayoría de los empresarios pasando por el peronismo, el Papa, las organizaciones sociales y varios amigos de su propia coalición".
Pablo Sirvén (La Nación): "Que un presidente no peronista (sin contar al general Agustín P.
Justo, otro ingeniero, cuya elección, en 1931, fue cuestionada por fraude) complete su mandato por primera vez tras 91 años no es un mero gesto simbólico. Tendrá consecuencias formidables sobre el sistema democrático que los argentinos tan desaprensivamente vapuleamos y deterioramos.
Tarea cumplida en ese sentido: ninguno de los huracanes económicos, políticos y sociales, ajenos y autoinfligidos con los que debió lidiar Macri durante su mandato fueron suficientes para voltearlo, como muchos desearon. (...) Los que quisieron que se fuera antes de tiempo y en helicóptero se quedaron con las ganas".
Radio Mitre: "Las lágrimas en la plaza y las manos entrelazadas de Juliana que la convirtieron en tendencia. Cada vez que Juliana Awada acompaña a Macri, la primera dama se luce por su presencia, por sus looks, por sus palabras. En esta ocasión, Awada no habló, pero su postura corporal, las imágenes que comenzaron a circular de ella secándose las lágrimas y las fotos que compartió tras la despedida de Macri la convirtieron en tendencia en las redes sociales".
Carlos M. Reymundo Roberts (La Nación): "Entre los mayores activos de estos cuatro años, los funcionarios consultados por LA NACION coincidieron, en forma unánime, en señalar el trabajo en equipo. Hablan de una relación de colaboración, de confianza y hasta de solidaridad. "Yo estuve en el gobierno municipal de Córdoba, después en el provincial y fui interventor en Corrientes, y jamás vi un gabinete con una unidad como la que tenía este, a pesar de las diferencias que pudieran existir", dice Aguad. "Entre nosotros había mucha camaradería, sobre todo en los dos primeros años. Casi como el tipo de relación que hacés en la secundaria o que se daba en la colimba. Creo que eso desde fuera del Gobierno no fue percibido", apunta Avelluto".
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