Ayer, en su cuenta en Facebook, denunció y confirmó lo que se venía comentando desde hace semanas:
"Hago algunas aclaraciones acerca de un problema político que me tiene como parte:
1) La Voz del Interior me redujo un 66% el sueldo. Una locura.
2) La reducción es ilegal por todo concepto.
3) Lo interpreté como una represalia. Le pregunté a mi editor si era eso, y él me dijo: "algo de eso hay". También me dijo que lo hacían para poder incorporar a otra persona como efectivo. Pregunté por qué no me efectivizaban a mí, que hace 10 años que trabajo ahí, y me explicaron que eso era imposible por cuestiones políticas, por mis “ataques” a la línea editorial del diario y del Grupo Clarín y por mi trabajo en programas que suelen ser críticos con el diario.
4) También me dijeron que se trata de un ajuste (no de cuentas, o sí, pero no en el sentido en el que podría ser usado como chiste).
5) Luego pregunté si se trataba de un despido velado. Me dijeron que sí. Que si les ocurriera a ellos (a mis editores), ellos lo interpretarían así.
6) Inicié el camino correspondiente, requerí que aclararan mi situación laboral por escrito.
7) También elevé un reclamo por discriminación ideológica.
8) Me solicitaron que me abstuviera de tales reclamos por “improcedentes” y "agraviantes". Curioso.
9) Estoy despedido.
10) Ahora es un problema que tiene esa empresa con la Justicia.
11) La libertad se siente muy bien.
12) Me preguntan si me jode perder mi puesto. Les respondo, tranquilo: "Puesto menor, viejo. Puesto menor".
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