miércoles, 20 de marzo de 2019

No sólo falta leche: la venden rebajada con agua

La crisis socioeconómica provocada por las medidas decididas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) e implementadas por el gobierno de Mauricio Macri tiene un nuevo capítulo: la combinación de escasez de lácteos, y la aparición de leche rebajada con agua.
"Estimado cliente, le informamos que el sachet de leche está limitado a una unidades por grupo familiar", rezan carteles que comenzaron a multiplicarse en los supermercados y mercados de todo el país en los últimos días. Es que, debido al mal clima, la producción de leche bajó un 30 por ciento en la Santa Fe y el Litoral. La empresa La Serenísima reconoció el faltante en las cadenas y encendió las alarmas por "los tambos que están cerrando", y en las góndolas, el precio no para de subir.
"Las inundaciones primero y las elevadas temperaturas después provocaron una caída de más del 30% en la producción de leche, como fue el caso de Santa Fe", indicó el presidente de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (Apymel), Pablo Villano. El dirigente agregó, en una entrevista con el portal Ámbito Financiero, "algunas industrias recortaron envíos a los comercios frente a la escasa producción".
Las cifras del desabastecimiento también se ven en las góndolas. En los últimos días, en las heladeras de los supermercados se observó, cada vez más, espacios vacíos que antes eran ocupados por segundas marcas de leche fluida. Otros, en cambio, advirtieron de la situación a través de carteles que indicaban que "la disponibilidad de leche puede verse disminuida", o "máximo 1 producto por grupo familiar".
El faltante también fue admitido por la propia La Serenísima. "Ante la falta de leche estamos bajando la producción en la planta", indicó un vocero al portal FiloNews y agregó que "se van a mantener el número de empleados pero las preocupaciones crecen al ver la cantidad de tambos cerrados".
Pero, pese a la falta de producción y a la baja del consumo -el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda registró una disminución del 1,7 por ciento de las ventas- el precio de la leche -y sus derivados- lejos está de disminuir. En doce meses, el sachet de leche tuvo un aumento por encima del 50 por ciento, según cifras oficiales de la Dirección de Estadísticas de la Ciudad de Buenos Aires. Con el último registro, de febrero, en chinos o super porteños el litro de leche común entera es de 32,52 pesos (las primeras marcas están un poco por encima de ese precio medio) y la leche en polvo -400 gramos- alcanzó los 127,90 pesos.
Pero además de esta compleja situación para productores y consumidores, se suma la aparición de cajas de leche rebajada con agua, una de las tantas imágenes actuales que remiten a otros tiempos de crisis y gravedad institucional del país, como la del 2001.
En las últimas horas, en muchos autoservicios chinos de la ciudad de Buenos Aires y del conurbano bonaerense, comenzaron a verse en las góndolas cajas de "la leche de los pobres", es decir, leche rebajada.
La peligrosa mezcla está conformada por un 70% de leche y un 30% de agua y lactosa, y se consigue a precio rebajado, en un contexto de encarecimiento de este alimento vital.
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