En diálogo con Cadena 3 (Córdoba), el viernes, Montoya había comentado que los "números fríos" le daban una probabilidad de victoria del 65 por ciento a Hillary Clinton, contra un 35 por ciento de Trump, pero se animó a remarcar que el multimillonario neoyorquino había instalado "temas en la agenda de campaña que llegaron para quedarse. Por eso puede ser el presidente el martes".
"En Pittsburgh (Pensilvania), una empleada del hotel me dijo que vaya a visitar la Plaza Industrial, y que en otras épocas ganaban más del doble. Es un dato no menor. Me decían que estaban contaminados, pero con plata en el bolsillo. Esa clase media declinó. No es tan gravitante en cantidad, pero en la elección americana, al ser voluntario el voto, tener un segmento fiel y estable de votantes a Trump le puede dar una buena base", había augurado.
Hoy, en diálogo con Radio Continental (Buenos Aires), dio mayores detalles de ese viaje en Harley Davidson por esas profundidades estadounidenses a las que nadie les habló durante décadas hasta la llegada de Trump: "Yo me concentré en recorrer los 5 estados del cinturón industrial (Ohio, Pensilvania, Wisconsin, Iowa y Michigan), que son los que más sufrieron el proceso de contracción de la industria manufacturera tradicional. Iba viendo que aparecía un outsider de la política dirigiendo el mensaje a un electorado que tradicionalmente era demócrata desde la época del New Deal de Roosevelt: los blue collars, vinculado a la industria automotriz, que había sufrido, por ejemplo en Cleveland (Ohio), una contracción en la población de medio millón de personas, pero que a principios del siglo pasado había sido el Silicon Valley de hoy".
"Las acerías en Pittsuburg (Pensilvania) -que eran un cordón de 60 kilómetros continuos- se convirtieron en centros comerciales y oficinas. Lo que te dice la gente es que, a principios del año 1980, un obrero industrial calificado ganaba 20 dólares por hora, que traído a valores de hoy son los 12 mil dólares mensuales que gana hoy un trabajador de Silicon Valley o alguien del complejo tecnológico de la costa este", ejemplificó.
"La economía de Google, Facebook, y demás, no ha tenido un derrame a nivel de productividad de la economía en general de Estados Unidos. Estos bolsones de olvidados financió la campaña de Trump, que pusieron 5 o 10 dólares de sus bolsillos", consideró Montoya, en un testimonio que rompe con la flema progresista, desconocedora una vez más de las motivaciones profundas de electorados que de vez en cuando dejan desconcertados a los (auto)convencidos y fácilmente indignados por declaraciones sonsamente altisonantes.
Michael Moore, muy a su pesar, pronosticó el triunfo de Trump
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