Para quienes están “hartos de la dictadura”, para quienes no tienen idea de “si fueron 9 mil o 30 mil los desaparecidos”; también para aquellos funcionarios a quienes no les interesa que el Estado continúe como querellante en causas de lesa humanidad, deberíamos contarles que hoy, en Córdoba, se vivió un día histórico. Histórico y sanador. Tras un proceso que demoró más de tres años y con casi 600 testigos, se escucharon los fallos en el megajuicio por La Perla, Campo de la Ribera y la temible D2. Miles de personas acompañaron el acto fuera de los Tribunales, en un hecho conmovedor. Sobre 43 genocidas acusados, 28 de ellos recibieron la pena de prisión perpetua (hubo, además, seis absoluciones). Uno de los sentenciados fue Luciano Benjamín Menéndez, ex dueño de la vida de todos los habitantes de su provincia. Con la de hoy, recibió su duodécima perpetua.
Entre los crímenes, secuestros y torturas, por primera vez se juzgó en Córdoba la apropiación de bebés: es el caso de Silvia Parodi, embarazada de seis meses y medio, y de la sustracción de su hijito nacido en cautiverio. Es el nieto de esta mujer, la de la foto, que como era natural, estuvo sentada desde el inicio sin perder atención ni un solo instante de lo que leía el juez que comandó el Tribunal Federal. Ella es Sonia Torres, la abuela-emblema mediterránea, quien a punto de cumplir 87 años, además de arrugas de sabiduría, le sobran años de paciencia y lucha inagotable persiguiendo la verdad de lo ocurrido con su hija, su nieto y su yerno. Está probado en juicio que el bebé de Silvia nació en la Maternidad Provincial en junio de 1976. Y que fue apropiado. El pediatra que atendió ese parto, Fernando Agrelo, reveló que “el bebé estaba en perfecto estado de salud.” También se sabe que la joven pareja fue asesinada. Nunca se recuperaron los restos ni se sabe dónde están.
Mientras Sonia sigue aguardando a su nieto, en Córdoba se hizo justicia. Hoy triunfaron la Memoria y la Verdad. Una vez más.
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Hace 14 minutos
1 comentarios:
Emocionante. Por el propio juicio, por la cantidad enorme de gente que acompañó afuera y por el orgullo que representa para el país, como bien lo explica el link a la nota de Nodal que hacés. Alicia
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