Caetano: "Hay una instancia en la que la TV argentina se ha puesto más banal que
nunca. Nada es real ni tiene la profundidad que merece. Todo es veloz,
urgente. No quedan intersticios para colar cosas diferentes. En la TV
privada parece que vale todo para conseguir rating, incluso las fórmulas
más retrógradas, las que hacen que las telenovelas colombianas parezcan
clases de dramaturgia y las brasileñas, un ejemplo a seguir. No quiero
que suene peyorativo, pero lo veo así. Tampoco sé muy bien a quién
incluye Televisión por la inclusión, por ejemplo. Veo las mismas caras,
los mismos autores de siempre. ¿Hablarán de la inclusión de los que
antes trabajaban para los canales privados? Lo que hacen es reciclar la
televisión existente en los espacios públicos. Mi experiencia con el
canal Encuentro fue todo lo contrario de lo que esperaba. Y ellos
esperaban de mí algo que no supe o no quise entregar para no perder mi
identidad como realizador. No me gustaba la directiva de incoporar a
toda costa finales esperanzadores subrayados con crayón. No hay una
alternativa a la TV privada, sino una serie de canales con una
estructura antigua que no aporta nada nuevo, sólo que con jefes
distintos.
Si me dan a elegir, siempre votaré por el lenguaje cinematográfico, hoy
desplazado por los mercenarios y despreciables formatos de internet.
Algo similar ocurre en la literatura, que ha pasado a convertirse en
apenas un montón de blogueros inútiles".
Becerra: "La Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial emitió un fallo que
tuvo limitada repercusión aunque sus alcances para la libertad de
expresión son amplios, al revocar una cautelar de primera instancia que
impedía la difusión en Internet de críticas de usuarios de una empresa
odontológica. La empresa cuestionada desde blogs creados por ex
empleados y clientes había solicitado a la justicia que elimine esos
blogs, que ordenara a Google que limite los resultados de las búsquedas
con su marca, discriminando así entre las oficiales y las que la
compañía considera injuriantes, y que se abstenga en el futuro de
catalogar información en la red que pudiera ser ofensiva. También
reclamó indemnización por daños y perjuicios.
Este es un caso testigo en el que la reputación de un actor (la firma
Artes Dentales SRL) colisiona con la libertad de expresión de otros
actores en un espacio público (Internet) aún poco frecuentado, por
razones generacionales, por muchos decisores judiciales y políticos.
El desconocimiento del espacio público de las redes como extensión
del mundo “analógico” inspira sentencias y proyectos restrictivos del
derecho a la cultura. La cautelar de primera instancia revela que un
juez pretendió blindar de críticas el desempeño de una empresa y que el
magistrado desconoce aspectos elementales del funcionamiento de los
intermediarios en la circulación de contenidos en las redes. Internet
sería un escenario exceptuado del derecho de toda persona a investigar,
opinar, expresar y difundir su pensamiento".
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