domingo, 17 de septiembre de 2017

Hombre de Patricia Bullrich presionó a la madre de Santiago Maldonado

En medio de múltiples operaciones del gobierno nacional y medios afines para distraer la atención de la desaparición de Santiago Maldonado con acusaciones contra la comunidad mapuche y próximamente contra los organismos de derechos humanos, se conoció que un hombre de confianza de la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, presionó a la madre del joven, cuando la noticia comenzaba a tener impacto nacional.
"La manipulación de testigos para orientar la causa contra la Gendarmería y el Ministerio de Seguridad tiene en espejo actitudes tóxicas del lado del Gobierno. Empezando por el trato descomedido que un alto funcionario de Seguridad tuvo al comienzo del caso con la madre de Maldonado. Ante la reticencia provocada por el temor y la angustia de la mujer, la acusó de negarse a colaborar. Fue un mensaje de texto en el teléfono celular. Ese mensaje está allí, aún no fue borrado", publica hoy uno de los editores responsables del diario Clarín, Julio Blanck.
Por su parte, el periodista de La Nación, Hugo Alconada Mon, le pone nombre al apriete y brinda mayores detalles del ex margarito y actual integrante del partido de Bullrich -Unión por la Libertad-: "El secretario de Seguridad Interior, Gerardo Milman, le escribió a la madre, Stella Maris Peloso, tras varios días en los que, para intentar ese primer contacto, recurrió a un abogado conocido de la ciudad de 25 de Mayo -donde residen los Maldonado-, pero que no aportó resultados.
En sus chats, Milman se identificó como funcionario y le planteó a Peloso que deseaba reunirse con la familia para impulsar la búsqueda de Santiago. La mujer le replicó que debía hablar con su hijo Sergio -quien dirigía la búsqueda-, le pasó su teléfono y cerró su respuesta con una palabra: "Gracias".
Milman llamó a Sergio -que reside en Bariloche y ya se había trasladado a Esquel y El Bolsón en busca de su hermano-, pero no logró contactarlo. Y volvió a escribirle a la madre, que le reiteró que debía llamar a Sergio y volvió a despedirse con la misma palabra: "Gracias".
A partir de allí, las lecturas de los mismos mensajes comenzaron a divergir. Milman le reiteró, en pocas palabras, que seguirían buscando a Santiago, mientras que desde la familia replican que sus mensajes -y ninguna llamada- reflejaban un tono inapropiado hacia los familiares de una víctima.
(Entrevista a Milman comienza en 1h08m)
La secuencia de los mensajes muestra entonces que alguien -que sería el tercero de los hermanos Maldonado, Germán, o su esposa, quienes viven al lado de la casa de los padres de Santiago- tomó el teléfono de Peloso y envió cuatro mensajes breves, de una línea cada uno, cruzándolo a Milman.
Esos cuatro mensajes se enviaron justo después de que Germán terminó de hablar con el director del área de Violencia Institucional y Delitos de Interés Federal del Ministerio de Seguridad, Daniel Barberis. Y eso explica que el apellido de Barberis apareciera en uno de esos mensajes, en los que le plantearon que Barberis, Milman, Bullrich y el presidente Mauricio Macri sabían bien "lo que tienen que hacer", que era encontrar a Santiago, y que hasta entonces no había "nada más que hablar".
Perdido en ese intercambio por WhatsApp quedó un mensaje de la madre, que daba un indicio de por qué los padres delegaron en Sergio la búsqueda de Santiago. Con problemas serios de salud, en ese mensaje ella le dio a entender a Milman que no podía más, que estaba muy mal y que por eso se apoyaba en Sergio.
Milman y Sergio Maldonado al fin se vieron las caras. Fue en el lobby de un hotel de Esquel el 8 de agosto, cuando Santiago llevaba ya una semana inhallable. Y, al igual que los mensajes por WhatsApp, el encuentro más que limar asperezas acentuó el distanciamiento.
Junto a los Maldonado afirman que Milman se mostró duro, por momentos seco o "pedante", sin mostrar deseos sinceros de ayudarlos, y que Sergio dos veces se levantó de la reunión, que prosiguió con su pareja y la abogada de la familia, Verónica Heredia.
Los Maldonado sintieron que la reunión no pudo ser peor, a tal punto que las dos veces que Sergio se marchó fue para no agredir a Milman.
La familia cree, además, que la Casa Rosada busca reducir la desaparición de Santiago, como máximo, a un exceso de un "gendarme solitario" y que lo hace por cálculos electoralistas, cuando faltan apenas cinco semanas para las urnas de octubre".
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