martes, 19 de marzo de 2019

Lo que no le repreguntó Majul a Macri estaba en su propio libro

La acusación del presidente Mauricio Macri contra su propio padre a la hora de tratar de lavar las maniobras delictivas en las que incurrió el grupo familiar durante décadas en la Argentina sigue provocando repercusiones, luego de la sesión de inter-coaching que el primer mandatario compartió con el periodista oficialista Luis Majul.
"Es un delito lo que hizo mi padre, él era parte de un sistema extorsivo del kirchnerismo en el que para trabajar había que pagar", acusó Macri, sin repregunta de Majul, en una entrevista que poco le sirvió en el rating al canal América de la dupla Vila-Manzano: apenas alcanzó los 3.8 puntos, y quedó tercero en su franja y fuera de los cinco programas más vistos del domingo.
A pesar de haber prometido en su cuenta de Twitter que le iba a repreguntar al Presidente e incomodarlo -como parte de la sesión de coaching en la que el periodista se hacía el crítico y el mandatario, el enojado por la crisis argentina-, Majul pudo haberle repreguntado a partir de la información que él mismo publicó en su libro "Los Dueños de la Argentina (La cara oculta de los negocios).
Corría 1992 cuando la Editorial Sudamericana publicaba lo que el mismo Majul catalogó como un trabajo de investigación, que analizaba las fortunas de Macri (Socma), Fortabat (Loma Negra), Bulgheroni (Bridas), Rocca (Techint) y Born (Bunge & Born). El libro alcanzó las 30 ediciones.
Franco y Mauricio Macri fueron objeto de varios capítulos del libro, entre los que se puede contar el caso del pago de coimas al Concejo Deliberante porteño, hoy Legislatura, para la concesión de la recolección de residuos de Manliba, del grupo Socma.
Majul buscó contactar a los sospechados para que ejercieran su réplica, pero se negaron, aunque enviaron al responsable de prensa y relaciones públicas de Socma, un por entonces ignoto Fernando Marín, que luego sería el gerente de Blanquiceleste SA, la primera experiencia de administración privada de un club, Racing, y el encargado de terminar con el programa Fútbol para Todos.
Por aquel entonces, 1990, el intendente porteño era Carlos Grosso, que en 1992 debió renunciar por los permanentes escándalos de corrupción durante su gestión. Actualmente es asesor de Mauricio Macri.
En el libro, se cuenta acerca de la reunión de concejales como Federico Pinedo y Carlos Maslatón con el propio Mauricio, en aquel entonces, a cargo del Grupo Socma. Eran en el marco de las negociaciones por el millonario contrato de Manliba, que los Macri esperaban que el Legislativo porteño aprobara.
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