sábado, 12 de enero de 2019

Hilo: el desdoblamiento macrista divide a la oposición

Cambiemos es el dueño de la pelota, aún no ha marcado la cancha, ni puso fecha para jugar el partido. La incertidumbre es el arma del oficialismo en la especulación sobre las fechas y los turnos de votación.
La iniciativa tiene múltiples lecturas, la fragilidad de Cambiemos ante el desdoblamiento y el impacto en la oposición, profundizar la división del peronismo, dinamitar su peso territorial corriendo del turno provincial a CFK, dejando “huérfanos” a los intendentes.
El objetivo pareciera limitar el peso de CFK a “la batalla final” por la presidencia. Sin embargo, toda elección -desdoblada o no- será plebiscitaria respecto a la dicotomía Cambiemos-Unidad Ciudadana. No parece haber tiempo para una tercera opción que rompa la polarización.
Si las elecciones provinciales se desdoblan, cada round será leído en términos de la disputa final. En las presidenciales, es probable que no haya un ganador por knock out, sino un ganador por puntos a partir del acumulado en los distritos anteriores.
Es difícil pensar que Cambiemos logre retener la presidencia si la maniobra del adelantamiento deja a Vidal derrotada, o que CFK pueda tener chances presidenciales si sus candidatos no hacen pie en la Provincia de Buenos Aires.
La incertidumbre es el arma del oficialismo.
Si se respetan los tiempos, continuará la danza de nombres para menguar el peso de CFK, y si los tiempos se aceleran es probable que el peronismo se quede discutiendo internas y que Cambiemos sea el único que le hable a la ciudadanía. Cuando el peronismo recuerde que debe proponer, el electorado estará harto de escuchar apellidos.
Desconocemos la cantidad de PASO que tendrá la oposición. Unidad Ciudadana, parte del sindicalismo y movimientos sociales, ¿lograrán integrar al massismo y a sectores del peronismo federal? ¿Se consolidará como opción el socialismo santafecino, Lavagna y el duhaldismo residual?
Son preguntas trascendentes que tienen una sola respuesta: ante cada nueva opción, mayores serán las posibilidades de Cambiemos. Hoy parece utópica una gran interna opositora que incluya las opciones mencionadas anteriormente.
En los distritos, cualquier opción de adelantamiento que elimine las PASO permitirá que más jugadores lleguen a la final, dividiendo a la oposición frente a un oficialismo al que nadie le divide electorado.
La estrategia de Cambiemos es lo suficientemente amplia para contener a su votantes, que rechazan el retorno del peronismo sostenidos en la falacia de pagar los “70 años de fiesta”.
Ante cada emergente que pueda disputarle electorado, Cambiemos ofrece una respuesta, con la botonera mediática a disposición. Para diluir a Olmedo disfrazado de Bolsonaro, Patricia Bullrich se despacha con: protocolo de armas, persecución a extranjeros, pistolas Taser y baja de edad de imputabilidad. Si eso es demasiado, Carrió alivia, pide por la República, la mesura y evitar Bolsonaros locales.
Cambiemos consolidó un único espacio de centroderecha y sabe que partirse es perder el poder. Son culpables de una catástrofe social y económica, pero ofrecen una certeza: evitar un regreso. ¿Será suficiente o el votante castigará el deterioro generalizado en la calidad de vida?
Lic. en Ciencia Política
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