miércoles, 24 de febrero de 2016

Cristina debe ir presa; asesinó a Néstor

La ex presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, ha sido noticia nuevamente en las últimas horas por las amplias necesidades de los que decidieron darse el gobierno de Cambiemos, administración que pasa por turbulencias inesperadas luego de haber hecho en apenas 75 días casi todo lo que el Mercado le exigía.
En medio del nerviosismo por la bomba económica que mucho aseguran se está engendrando luego de la devaluación de ya más del 55%, tarifazos, ajuste e inflación, tres noticias han sido desempolvadas por tres personajes a la altura de ese proceder: Carlos Menem, Jorge Lanata y Christian Sanz (¿cómo quién es?).
De la combinación de las tres op--- noticias no sólo se desprende la imposibilidad de muchos de disfrutar de su pronosticado final del kirchnerismo que tanto combatieron (es más, le exigen a Macri que el 1ro. de marzo queme en una hoguera pública a una docena de los más encumbrados referentes K), sino también que el viejo y entrañable #RelatoAntiK ha llegado a su paroxismo, y se juega mucho de lo instalado en los años anteriores en el "éxito" económico de su gobierno.
Menem instaló desde la endeblez de su voz y cuerpo, casi en despedida, que Cristina asesinó a Néstor porque él la fajaba. Y espera que una supuesta auotpsia (?) a realizarse por estos días venga a aclarar la situación (?). El Colo K ya pide que un Moldes o MaryJohn intervenga de oficio.
Ni Mirtha se animó a tanto.
Lanata anda por Estados Unidos disfrutando de su nueva mansión en Miami, tratando de cerrar sus nuevos negocios y en medio de Harvard (sí; esta vez, sin papelitos) le hizo a su distante audiencia asegurándole que La Yegua va a terminar presa.
Después de todo, ése es el sueño cacerolo de tantos años, especialmente luego del triunfo de Macri: no importa en verdad la devaluación, ni el tarifazo, ni la inflación, ni la olvidada inseguridad. Lo que desvela a los antikirchneristas de corazón es que su odiada Cristina recorra los Tribunales, como prólogo del final del kirchnerismo-populismo que tanto daño le hizo a su República.
Lo de Sanz (viejo freak de las redes y services) es como un changüí. La ya leyenda urbana que tanto preocupó al bueno de Dani Sabsay: Cristina no es abogada, repitió en un sitio web mendocino que ha decido entregarle su jefatura de Redacción y permitirle esconderle a sus usuarios que la inscripción en un padrón de graduados universitarios es voluntaria.
La pregunta sería: ¿alcanzan estos revivals para tapar lo que ya muchos que votaron a Macri empiezan a sentir, especialmente en su bolsillo?
Durante las semanas previas al balotaje presidencial del año pasado, el antikirchnerismo mediático-político desplegó la #CampañaBu para ridiculizar a aquellos que prevían que muchas de las medidas económicas que sólo han favorecido a los más acomodados de la sociedad iban a ser una normalidad durante un hipotético gobierno macrista.
Ambas cosas se cumplieron: el triunfo de Cambiemos y la derrota de los menos pudientes, muchos de ellos, votantes de Macri. Y todavía llenos de esperanza, como dispuestos a financiar con su bolsillo el pedido que repiten por estos días: "Dale un tiempo a Mauricio".
Quizás ahí radique la necesidad de reflotar estas operaciones, aún pagando el costo de quedar como obsesivos que no saben soltar ni en la victoria.
Hasta el bueno de Ernestino se permite dudar, luego de haber sido uno de los que más ridiculizaron la "campaña K del miedo" del año pasado: "Escena uno: Ocurre en noviembre del año pasado. Mauricio Macri ya se sentía presidente. Su desempeño en la primera vuelta anticipaba el knock out para el 22 de ese mes. En ese contexto, anticipó que terminaría con el control del mercado de cambios unos días después de llegar a la Casa Rosada. Cuando le preguntaron qué pasaría con los precios, Macri respondió muy convencido que no habría ningún efecto inflacionario porque los precios ya estaban fijados al nivel del dólar paralelo, que no sería superado por el oficial.
Escena dos: Ocurre a mediados de febrero de este año. Los precios se aceleran a un ritmo inquietante, especialmente los de los alimentos. El Presidente explica en una carta abierta que su gobierno está luchando contra la inflación. El principal diario de la Argentina anuncia a título catástrofe que, contra lo que preveía el Gobierno, la inflación de enero superó a la de diciembre. Y todavía falta computar el efecto del aumento de tarifas. Un secretario de Estado convoca al espíritu de Lita de Lazzari. Se produce una crisis en el Indec. El Presidente anuncia que los supermercados colaborarían publicando los precios de los productos, como si las compras online no existieran hace tiempo.
Diez semanas después de la llegada de Macri al poder, está claro que sus pronósticos públicos acerca de la salida del cepo no fueron correctos y ese error tiene altos costos para la sociedad y, tal vez, para su propio Gobierno. Hay dos teorías dominantes que explican lo que ocurrió, una más inquietante que la otra. La primera de ellas, pongámosle teoría A, es la que agita el kirchnerismo desde la misma campaña: Macri es un clásico empresario de derecha que pretende remodelar la economía a partir de la caída del salario real. La segunda variante, llamémosla teoría B, sostiene que fue un error, que la inflación, al menos en esta dimensión, sorprendió al Presidente. O sea, que para los defensores de la teoría A, Macri mintió, y para los de la teoría B, Macri erró. En cualquier caso, el crecimiento de los precios se produjo. Si el diagnóstico hubiera sido acertado, tal vez el Gobierno hubiera implementado un plan social de contingencia que aliviara a los sectores más lastimados por el aumento de precios. En cambio, apareció con una serie de medidas tardías e insuficientes, luego de haber tomado otras, muy difíciles de entender, como la desarticulación parcial del programa Precios Cuidados".
Más:
El Papa teme que suceda un estallido social en Argentina

3 comentarios:

Marcelo D. Foti dijo...

Hola Sergio, una aclaración que me parece necesaria.

Escribiste:

"El Presidente anuncia que los supermercados colaborarían publicando los precios de los productos, como si las compras online no existieran hace tiempo".

La aclaración se refiere al hecho, de que en la compra online (al menos en COTO), los productos tienen un sobreprecio de por si, cosa que pude comprobar reiteradas veces yendo con la lista armada en la web al supermercado, a veces era de centavos y otras veces supraba los 2 ó 3 pesos. La idea (buena o mala)del presidente es que los super publiquen la lista de artículos con sus precios que no debieran ser los que cobran con la compra online (que además suma el cargo por el envío ~ 50$). Así no pareciera lo mismo precios online, que la lista de precios "físicos".

Saludos

Marcelo Foti

Sergio Villone dijo...

En verdad eso escribió Tenembaum en su columna, Marcelo.
Y esa diferencia también la vi acá en Río Cuarto.

mundra dijo...

tan dificil es no comprar en coto? y en la misma linea, carrefour/wallmart/jumbo,vea,cencosud...
compren en distribuidoras mayorista, casi todas dejan llevar menos que el bulto cerrado

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