martes, 29 de diciembre de 2015

Walsh y el apagón informativo Clarín-macrista

 ""Yegua", "chorra", "andate con Néstor", "conchuda". "Morite", "dictadora" y "asesina". "Atea", "montonera", “korrupta”, "quiero mis dólares". Suena exagerado y sin embargo es apenas una muestra infinitesimal del sinfín de epítetos similares que debimos escuchar-tolerar-soportar durante largos ocho años millones de argentinos, los que apoyamos las políticas públicas, los derechos conquistados y la gestión presidencial de Cristina Kirchner. Una buena porción de la sociedad argentina así destrató a la ex presidenta, con esa catarata de insultos, a través de incendiarios caceroleos, fogoneados hasta lo indecible por la cadena de medios privados oligopólicos. Todo, sazonado bajo una mirada de odio extremo, con una peligrosa pulsión de muerte deseada, de desprecio por la democracia y por las voluntades populares. Nunca se les respondió más que con argumentos que intentaran esclarecer qué intereses contrapuestos se movían en el país durante esos años.
Desde el 10 de diciembre todo cambió. Curiosamente, se acallaron las cacerolas y también la inseguridad. Ahora cada quien consigue los dólares tan deseados (a un precio altísimo, eso sí). Según los nuevos diarios oficiales, el país retoma “la normalidad”. La mitad de sus habitantes acaba de quedar presa de un brutal apagón informativo. Ya no para insultar, con o sin razón, al presidente Macri sino siquiera para expresar nuestro repudio por el avasallamiento ilegal que están llevando adelante sin ningún miramiento, y con el Poder Judicial de su lado.
Me pregunto qué otras vías de comunicación tendremos, al margen de las plazas, o estas redes sociales a las que no pueden controlar tan fácilmente; digo, ¿qué nos quedará como herramientas vitales para hacer circular lo que se oculta, adrede, desde el poder macrista? ¿Será que, increíblemente, regresó el tiempo de reeditar lo que tan bien hizo el inigualable Rodolfo Walsh en ANCLA, en el 76? ¿De verdad retrocedimos hasta ese extremo, luego de 30 años de democracia? ¿Habrá que desempolvar viejas máquinas de escribir, habrá que aceitar un nuevo mimeógrafo para combatir con rigurosidad periodística el cerco informativo, desde una clandestinidad no buscada? Ya no son tiempos de dictadura. Sin embargo, es muy posible que 9 de cada 10 amigos que tengamos estén esperando nuestras informaciones, rompiendo así el aislamiento adonde nos intentan llevar. Sintamos, al decir de Walsh, la satisfacción ética de un acto de libertad. Es ahora".
Fuente

1 comentarios:

Michael Madison dijo...

El concepto «dictadura» se ha ampliado. Como así también el de «democracia». Esto que vivimos los ciudadanos argentinos ES una dictadura. Sólo es preciso ponerse al día en materia de teoría política para saberlo.

Excelente la idea de crear un circuito alternativo de noticias. Lo estamos necesitando como el agua en el desierto.

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