martes, 15 de diciembre de 2015

El intento de inflar el discurso de Macri

Si la despedida multitudinaria a CFK llevó al incipiente #RelatoPRO a mentir sobre la concurrencia en la Plaza Mayo, también fue un esfuerzo envalentonar el discurso del flamante presidente, que nunca se lució como su antecesora en ese menester.
Pero los guardianes del #RelatoAntiK se pusieron a la titánica obra...
El dr. Hubris: "Esta vez no hubo una perorata interminable del jefe de Estado ante la Asamblea Legislativa. El discurso de Macri fue breve y simple. Hubo en esas líneas reiterados llamados a la unidad y a la valoración de la pluralidad. Se subrayó el valor de los adversarios políticos del Presidente, a los que nombró de forma elogiosa. No hubo admoniciones ni expresiones destempladas para los opositores. Se impuso el uso del “nosotros” por sobre el del “yo”. No hubo anuncios de medidas, y tal vez le faltó algo de contenido político. Pero sin dudas generó un clima de concordia, cordialidad y convivencia política que no se veía desde hacía 12 años. Lo mismo ocurrió en la calle y en la Plaza de Mayo. La multitud que acompañó al Presidente sorprendió por su número. En la plaza dominaban las banderas argentinas. En la plaza que despidió a Cristina, el predominio fue de las de La Cámpora".
Amato en lo de Hadad: "Un discurso simple, sencillo, claro, como el que pronunció Mauricio Macri al asumir en el Congreso, un discurso rebosante de postulados elementales y dicho, además, por alguien que sabe que la oratoria no es lo suyo, se ha transformado en un hecho nuevo en la cultura política argentina. Y está muy bien. Representa la antítesis de la cultura kirchnerista, expresada en un país en el que la contracultura provoca estragos.
Es imposible no tentarse y recordar el mensaje inaugural de Frondizi, el 1 de mayo de 1958, porque se parece bastante al de Macri: "Es necesario sellar definitivamente el reencuentro de los argentinos –dijo entonces– eliminar los motivos de encono, los pretextos de revancha y los últimos vestigios de persecución. Debemos extirpar de raíz el odio"".
Más:
Ale Rozitchner cuenta cómo escribieron el discurso de Macri

1 comentarios:

Michael Madison dijo...

Los coreutas del tano cajetilla de alguna manera deben justificar sus sueldos. El resto poco y nada importa. Total, como nos han hecho creer los posmodernos y otros «pensadores» de parecido pelaje, la realidad es una novela. ¡Dale que va!

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