sábado, 27 de diciembre de 2014

El decaído #RelatoAntiK se armó una con el "Vení, chiquito"

Lanata, hoy, en Clarín: "“Vení para acá, vení, Chiquito”.
Cristina Kirchner llamando al antes “superministro” Axel Kicillof.
Distintas fuentes igualmente confiables juran y perjuran dos teorías completamente opuestas. Y, para colmo, ambas son verosímiles:
Teoría conspirativa 1: “El Chiquito sobresalió demasiado, lo del canje fue un sapo total y la Doctora corta todo lo que sobresale”. Quienes con alegría sostienen la desgracia de Kicillof, tranquilizan a Scioli: la Casa Rosada nunca presionará para que le dé la vicepresidencia, Axel está bajo observación.
Teoría conspirativa 2: Kicillof será el candidato de Cristina.
–¿Cómo?
–Kicillof será el candidato de Cristina.
No se trata de un anuncio, sino, como toda teoría paranoica, un razonamiento que cierra en sí mismo:
El chiquito sería el único que podría garantizarle “la continuidad del proyecto”. Convencida de que, gane quien gane, a corto plazo va a traicionarla, el fundamentalismo del Chiquito le permitiría mantener unido al núcleo duro y atravesar un eventual y caótico gobierno de Macri hasta su retorno triunfal. Quiso la casualidad que esta teoría comenzara a circular en el poder mientras el Gobierno aceleró, a un tiempo, todos los cambios legislativos, y anunció otros: no parecen gente en retirada, quieren consolidar su paso “revolucionario “ por la gestión. Con el Chiquito como candidato, Cristina podría apoyar la campaña desde una banca en el Congreso, con la consiguiente inmunidad que busca (¿o alguien se la imagina jubilada y jugando a las bochas?).
Es la política lo que sostiene al Chiquito, y no los números, que le han sido por demás adversos".
El dr. Hubris, el domingo pasado, en Perfil: "“El chiquito está en caída libre”, reconoce con preocupación alguien de estrecho vínculo con Axel Kicillof. El equipo económico terminó, a duras penas, una semana para el olvido. Una pregunta casi filosófica sirvió para aflojar la tensión de un hombre que conoce muy bien cómo está la relación del joven ministro con la señora Presidenta: “¿A qué le teme Kicillof de cara al 2015? Ni a los buitres ni al mercado cambiario ‘azul’: a Cristina”, fue la tajante respuesta. Veamos qué fue lo que sucedió para entender de qué hablaba la fuente.
En los festejos por el regreso de la democracia volvió a aparecer la furia presidencial con su carga de crítica desenfrenada, denunciando conspiraciones y pasando facturas a viva voz a propios y ajenos. Una vez más, el kirchnerismo tuvo que salir a vestir de éxito un fracaso estrepitoso. Cristina Fernández de Kirchner estuvo en la vanguardia de los que pretendieron hacer de un fiasco un triunfo. Al fin y al cabo, de eso se trata el cada vez más vapuleado “relato”. El canje adelantado de los Boden 15 y la salida al ruedo del Bonar 24, que permitiría refinanciar deuda, resultaron un severo revés para sus mentores y para el Gobierno. En los días previos al del festejo, Cristina le hizo saber a Kicillof su malestar de manera inequívoca: “Chiquito, vení a explicarme qué quisiste hacer y cómo salimos de esto”. Todas las fuentes coinciden en que ésa fue la primera vez que la relación entre ambos crujió desde sus cimientos. Con la habilidad discursiva que la caracteriza, la primera mandataria repitió el término al llamar al joven ministro en un pasaje del acto. Los medios oficialistas se esforzaron por destacar que el “vení, chiquito”, esta vez pronunciado en público, había sido una muestra de cariño casi maternal. No hace falta ser psicólogo para saber que sólo una madre puede desestabilizar a un hijo con tan poco como una palabra".
El papá de Nico Wiñazki, el otro viernes, en Clarín: "Cristina Fernández comunica bailando. Lo enseña la antropología: bailar da poder, o es una forma de exhibir poder, desde las danzas de los caciques tribales hasta la de algunos presidentes contemporáneos. Chávez bailaba y cantaba arrogandose el rol protagónico del movimiento colectivo. Cristina baila, y dice tanto sin hablar cuando danza, como lo que dice cuando habla. Aunque su discurso oral se vuelve más interesante si lanza con ese tono que tiene entre entre aristocrático y evitista, interjecciones aparentemente triviales y periféricas. Un gran ejemplo fue el del otro día cuando llamó al ministro Axel Kicillof , como si llamara a su perro Simón: “Vení para aca, vení chiquito, vení…” Dijo y dijo muchísimas cosas en ese sólo instante".
Kanenguiser, en La Nación, el domingo pasado: "A una semana de la fallida operación del canje del Boden 2015 y de la emisión del Bonar 2014, un funcionario de la Casa de Gobierno admitió: "Hay mucha bronca con Axel".
Un funcionario de la Casa de Gobierno explicó a LA NACION: "En esta gestión, cuando uno asoma mucho la nariz, aun cuando sea uno de los preferidos, ella se la serrucha. No quiere decir que Kicillof esté en riesgo, pero la forma en que lo llamó fue denigrante". Un consultor del Gobierno agregó: "Es algo muy común que ella marque todo el tiempo los límites cuando alguien sobresale demasiado".
En Economía, la visión es completamente diferente: "Axel está en un estado ideal con la Presidenta. Ella lo bancó con el resultado del canje del Boden y, de hecho, salió a completar la explicación del resultado. Es verdad que adentro hay una fila esperando para cuestionarlo, pero la química con Cristina está intacta y eso se ratificó esta semana en la cumbre del Mercosur", indicó a LA NACION una fuente cercana al ministro. Pero desde otro ministerio del área económica apuntaron: "Axel está bajo observación; los resultados de la gestión no son buenos y se vienen las elecciones".
La razón del reciente malhumor oficial es simple: Kicillof le había vendido a la Presidenta que con la alternativa del swap local se sacaban de encima a los fondos buitre por varios meses si lograban un éxito rotundo en la postergación de los vencimientos y la colocación de los nuevos títulos. Pero ninguna de las dos cosas ocurrió, para los expertos en finanzas, por la falta de experiencia del equipo económico.
De hecho, un economista kirchnerista comentó a LA NACION en off the record que los errores fueron de timing (porque no se dieron cuenta de que se venía un tsunami financiero internacional) y de forma (por no dialogar lo suficiente con los referentes del mercado para asegurarse la participación de los inversores).
Pero, más allá de las opiniones de los analistas, los problemas para Kicillof no se limitan a los retos de la Presidenta -que, para otra parte del kirchnerismo en realidad fueron un gesto "cariñoso"- sino que se extienden al recelo por parte de los dirigentes del peronismo que el año entrante se jugarán en sus distritos sus respectivas reelecciones.
"Para el PJ, Axel y su equipo son un cuerpo extraño; él no habla con casi nadie, no los consulta y se siente muy cebado por contar con el apoyo de la Presidenta. A su vez, está claro que ella ahora no le va a soltar la mano porque faltan 10 meses para las elecciones y porque confía más en él que en el resto de sus ministros", expresó un operador del peronismo que dialoga en forma asidua con funcionarios y empresarios".
LPO, este martes: "El “vení chiquito” evidencia para muchos que el superministro, íntimo de Cristina y el hombre más importante del Gabinete nacional, hoy por hoy pasa su peor momento.
En este sentido, según pudo averiguar La Política Online, esto es algo largamente festejado por los funcionarios a los que Kicillof fue marginando con su autoritario modo de ejercer la política. Es así como, por ejemplo, muchos en el Ministerio de Agricultura, de Planificación y de Industria festejaron el reto presidencial.
“La forma en que lo llamó fue denigrante
y demuestra que hay un enojo de la Presidenta, quizás por las políticas económicas o por sus acciones directas”, confiesan en off the récord a La Política Online desde estas tres carteras".
El diario del Colo, el 16 de diciembre: "La patinada de Kicillof se celebró en algunos despachos de la Casa Rosada. Es que las envidias internas se van acrecentando a medida que se acerca el fin de ciclo. Y la Presidenta, se sabe, no es de las que dejan pasar los errores sin alguna señal pública. Antes de defenderlo a Axel el sábado, lo llamó al frente del escenario con una frase más dura que cualquier crítica. "Vení, vení chiquito...", le dijo, como si estuviera convocando al ahora célebre niño Casey Wonder.
Kicillof tragó saliva y soportó el gaste presidencial con entereza militante. Dos días después se sacó la bronca con el enemigo más fácil del kirchnerismo: la prensa. Ante una consulta en la radio ayer le pegó duro a El Cronista porque en la tapa consignamos que el Gobierno analiza programar otra emisión de deuda.
"Los argentinos estamos cansados de tanta mala onda y tanta mala leche, ver estas tapas de diarios enloquece. Son títulos repugnantes, estamos acostumbrados a las profecías de catástrofes que no ocurren", exageró el ministro. La noticia tenía su lógica y había surgido de las entrañas kirchneristas. Pero no importaba. En el juego del truco, el retruco y el vale cuatro, lo importante no es la mentira. Si no, apenas, que te la crean".
Informe Reservado, 25 de diciembre: "Según comentan alguno asesores en Casa de Gobierno, esto no habría sido un “desliz” de la Presidenta sino una expresión de cierto fastidio o enojo sobre cómo marcha la economía. Se sabe que la mandataria le reclamó en los últimos días al ministro Kicillof que aplique medidas que fomenten una recuperación de la actividad económica y el consumo y que los números de la gestión del titular de la cartera económica no le son de mucho agrado, tras un año de gestión.
Pero además se comentó con fuerza en los días previos a la Navidad que el nuevo titular del Banco Central, Alejandro Vanoli, es quien empieza a tener más credibilidad como funcionario, algo que a Kicillof le habría caído sumamente mal".
Más:
"¿Qué modelo de país quieren los que hablan de mala implementación del canje?"

2 comentarios:

GrouchoMarx dijo...

Sin ser excesivamente minucioso, conté, al menos, veinte citas anónimas de funcionarios, consultores, políticos, etc., a saber:
1. Distintas fuentes igualmente confiables.
2. Quienes con alegría sostienen la desgracia de Kicillof
3. …esta teoría comenzara a circular en el poder.
4. Alguien de estrecho vínculo con Axel Kicillof.
5. un hombre que conoce muy bien cómo está la relación del joven ministro con la señora Presidenta.
6. Todas las fuentes coinciden…
7. un funcionario de la Casa de Gobierno admitió
8. Un funcionario de la Casa de Gobierno explicó a LA NACION:
9. Un consultor del Gobierno agregó.
10. En Economía, la visión es completamente diferente
11. indicó a LA NACION una fuente cercana al ministro
12. Pero desde otro ministerio del área económica
13. para los expertos en finanzas
14. un economista kirchnerista comentó a LA NACION en off the record
15. expresó un operador del peronismo que dialoga en forma asidua con funcionarios y empresarios
16. según pudo averiguar La Política Online
17. confiesan en off the récord a La Política Online desde estas tres carteras.
18. había surgido de las entrañas kirchneristas
19. Según comentan alguno asesores en Casa de Gobierno
20. se comentó con fuerza en los días previos a la Navidad
¿Record semanal?. El podio para Kanenguiser.

Sergio Villone dijo...

Buen trabajo, Groucho.
Uno de los vicios del #RelatoAntiK.

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