lunes, 24 de noviembre de 2014

El #RelatoAntiK despliega el escudo "Cola Sucia" para proteger a Bonadio, el nuevo Campagnoli

Clarín: "Ayer, el secretario de Justicia, Julián Alvarez, en una velada amenaza, recordó en un reportaje que el magistrado tiene “nueve expedientes” en el que se analiza su conducta en diversas causas en el Consejo de la Magistratura.
Al igual que otros referentes oficialistas, Alvarez vinculó las decisiones del magistrado con algún tipo de interés político relacionado con el Frente Renovador liderado por el diputado Sergio Massa, uno de los precandidatos presidenciales para las elecciones de 2015.
Además del número equivocado de expedientes en trámite contra Bonadio en el Consejo (son ocho y no nueve, como informaron varios medios, ya que los casos Tandanor y Yoma están unificados en uno solo, recordaron fuentes del organismo), ayer circuló información errónea sobre este tema.
Bonadio no fue denunciado por un tribunal oral que criticó su actuación en esas causas que terminaron prescriptas sino que lo hicieron los titulares de dos ONGs que siguen los casos de corrupción y simpatizan con el kirchnerismo: la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) y el Centro de Investigación y Prevención de la Criminalidad Económica (CIPCE).
Y quien reflotó este caso en el Consejo fue el propio Julián Alvarez, muchos meses antes que se abriera la investigación contra la presidenta Fernández de Kirchner por presunto abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público".
Fernández Moores (Clarín): "Fuentes judiciales destacaron ayer que la única denuncia que tiene complicada en el Consejo de la Magistratura Claudio Bonadio es la llamada “causa de los hemofílicos”. Sería esta la que elegiría el kirchnerismo para avanzar contra el juez en el organismo. El problema es que el oficialismo no cuenta por sí solo con los votos necesarios para hacerlo.
El bloque oficialista tiene seis votos sobre 13, y en la reunión de la semana pasada logró la mayoría simple con la ayuda de Vázquez (presidenta del Consejo). Pero los casos de aprobación de un juicio político a un magistrado necesitan dos tercios de los votos, no la mayoría simple. Y tal como viene el asunto no parece fácil que el kirchnerismo los consiga.
En el hipotético caso de que se aprobara el enjuiciamiento de Bonadio, éste sería automáticamente suspendido y en los seis meses siguientes el tribunal de enjuiciamiento de magistrados debe hacer el correspondiente juicio y decir si es culpable o inocente.
De acuerdo con las fuentes, casi todos los expedientes contra Bonadio tienen dictamen desestimatorio, aunque sólo habría acusatorio en los casos de “la causa de los hemofílicos” y Tandanor-Yoma. Lo que pasa con este último expediente es que la denuncia es de mayo de 2011 y ya se pasaron los tres años de plazo para resolver en el plenario, por lo que debería archivarse. Eso hizo el kirchnerismo hace pocas semanas cuando no reunió los votos para mandar a juicio a los camaristas Luis Herrero y Emilio Fernández.
En la llamada “causa de los hemofílicos” se lo acusa a Bonadio de haber demorado la investigación contra médicos y titulares de laboratorios denunciados por el contagio de más de 1.200 pacientes con el virus HIV y hepatitis del tipo B y C. Supuestamente se suministraron concentrados a los que no se habría tratado con el método de incentivación viral correcto".
Ventura (La Nación): "Ningún líder político ni legislador reclamó el juicio político de la mandataria. Nadie quiere quedar expuesto a ser calificado de golpista, como el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, para marcar la cancha, se apresuró a endilgarle al juez Claudio Bonadio. Además, no tienen número suficiente en el Congreso para avanzar con una iniciativa de ese tipo y, este año, Diputados sólo celebró sesiones especiales. Si no se pudo avanzar contra Amado Boudou, hay menos margen de acción contra la Presidenta. Por eso, las críticas de la oposición apuntaron a reclamar que el Gobierno no obstaculice las investigaciones.
El secretario de Justicia, Julián Álvarez, había acusado al juez Bonadio de ser simpatizante del Frente Renovador, algo que fuentes cercanas al diputado Sergio Massa niegan categóricamente.
La diputada Laura Alonso, del PRO, dijo que "Cristina Kirchner tiene la cola sucia y por eso no se defiende. Fue socia y ahora es víctima de la cleptocracia que instauró su marido en 2003"".
Pepe (Clarín): "En el punto más tenso de la relación con los jueces, el secretario de Justicia y virtual ministro del área, Julián Alvarez, anticipó en Página 12 la estratega oficial de embestir contra Bonadio. No tienen los votos para destituirlo en la Magistratura, pero la orden es tirarle con munición gruesa".
Majul (El Cronista): "Un grupo de fiscales y magistrados que se sintieron agredidos de manera personal y también institucional, ya tomaron la decisión de investigarla y, eventualmente, condenarla, si se comprueban los delitos que supuestamente habría cometido. Ellos no están influenciados por los abogados de los ‘fondos buitre’ sino convencidos de que la Presidenta los quiere debilitar y transformar en títeres de los 17 nuevos fiscales que quiere imponer la procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó. 
Pagni: "La tesis oficial, inaugurada por Capitanich, es que el interés del juez Bonadio y del fiscal Stornelli por la sociedad Hotesur es una manifestación de golpismo activo. El secretario de Justicia, Julián Álvarez, esgrimió el mismo argumento. De Álvarez depende la Inspección General de Justicia, que está a cargo de Rodolfo Tailhade, que debería controlar la documentación de Hotesur. Álvarez y Tailhade pertenecen a La Cámpora, la agrupación que lidera Máximo Kirchner, el dueño de Hotesur.
La reacción del Gobierno hace juego con otras anteriores. Ningún fiscal que se haya asomado a un caso de corrupción fue tan hostigado como José María Campagnoli cuando quiso reconstruir el circuito de dinero negro montado por el empresario kirchnerista Lázaro Báez".
 

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