lunes, 27 de octubre de 2014

#DilmaNovamente: La decepción de La Nación

Días atrás había endosado a Aécio Neves, como antes había puesto sus fichas en Marina Silva. Hoy que ganó Dilma, votada masivamente por el norte pobre que le reconoció sus políticas sociales de inclusión, la empresa periodística de los Mitre y Saguier supura: “Por poquísimo, el PT no se va”.
En una “crónica” firmada por la periodista Inés Capdevila, ahora La Nación se ilusiona con que el PT se vaya del poder dentro de 4 años: “Será un período obligado a escuchar el clamor de transparencia y reforma. De otra manera, el oficialismo no sobrevivirá más allá de 2018”.
Siempre en tono negativo hacia el triunfo de la presidente Rousseff, La Nación se queja: “Atrás quedó la amenaza de las protestas que en junio de 2013 hicieron pensar en el fin del PT, de las mil y una denuncias de corrupción, de la actual recesión técnica, de la inflación que no cede, de un Estado poco eficiente y menos transparente, de la supuesta falta de capacidad de Dilma para enamorar a los brasileños. Por sí solo, cualquiera de esos factores hubiese podido conducir a la derrota electoral de un presidente en otro país. No en Brasil”.
Y como cuando ganó Chávez en 2012, a pesar de las mismas campañas de desestabilización, cuando tuvieron que admitir que muchos venezolanos habían mejorado su calidad de vida con el chavismo, ahora La Nación “reconoce”: “40 millones de brasileños dejaron de ser pobres desde 2003 gracias a los extensivos y exitosos programas sociales del Estado”.
Y al borde de la incredulidad, se lamenta: “¿Qué pasó con el deseo de cambio?”, y asegura que Dilma ganó debido a que polarizó a la sociedad (“la grieta” -ver gráfico-) y por campañas de miedo (como las que acá se lo acusa al gobierno nacional: recordar los logros de una sociedad que quizás se puedan poner en jaque si gana otro espacio partidario).
Pero al final, la empresa periodística que apuesta por que en la Argentina, el año que viene, gane una expresión de derechas como la que representa Neves encuentra la piedra angular de la derrota del PSDB: una sequía en San Pablo, el estado del establishment, ahí donde ganó Neves por más de 30 puntos: “Desde hace años, el distrito más poblado de Brasil es un feudo del PSDB. Pero también desde hace años, el estado sufre agudísimo problemas hídricos, que se magnificaron, en los últimos meses, ante una sequía inusual. La falta de agua afecta ya no sólo a la ciudad si no a varias regiones del estado. Nunca lerdo para explotar debilidades ajenas, el PT culpó una y otra vez a la socialdemocracia de haber alimentado la crisis por su propia inoperancia y por la falta de inversión en estructura. Aécio comenzó a caer en las encuestas precisamente cuando empezó a perder apoyo en el estado”.
En otras crónicas, La Nación ve a Dilma “muy desgastada” (además de asegurar que es de "teflón"), festeja que no pueda ir por "un 'vamos por todo'" y admite que el último manotazo de ahogado que intentó la derecha brasilera con la denuncia de la revista Veja “tampoco pudo evitar el triunfo del PT en las urnas”. Un PT "autoritario", claro.

1 comentarios:

jfc dijo...

dilma no brasil e tavares no paisito, van a tener que optar e implementar el ballotage riojano, que es bastante piola, a pesar del dudoso origen, y los votos en consulado; ambas medidas ecológica, psiquica y políticamente saludables

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