martes, 29 de julio de 2014

Fondos Buitre: "Estar a favor del reclamo y la posición que adoptó el gobierno nacional, ¿convierte a una persona en oficialista?"

Contestan a esta pregunta los licenciados en Economía por la Universidad Nacional de Río Cuarto, Ana Clara Donadoni e Iván Tarasconi, en el marco de la charla-debate “Abriendo el debate sobre reestructuración de la deuda pública y fondos buitres: posibles escenarios e impactos sobre la población y sus instituciones”, que brindaron semanas atrás en el Centro Comercial de Río Cuarto.
"Definitivamente hay que entender que el reclamo de estos fondos, validado por la justicia norteamericana, corrompe años de trabajo en pos de promover un sistema de cooperación y resolución de las crisis de deuda soberana. En el plano nacional, esto significa la posibilidad de perder, en el peor de los casos, todo el complejo y exitoso proceso de reestructuración de deuda encarado en los canjes 2005 y 2010. Por tal motivo, este conflicto no debe entenderse como una pulseada entre un partido político y un magnate multimillonario sino como la pugna entre un Estado y el capital financiero, que tras el uso de todo su aparato mediático, político y jurídico da cuenta de su poder y alcance al todo el mundo", consideran.
En la nota publicada en la revista Sureño XXI, el periodista Facundo Prámparo les pregunta: "Representantes de los fondos publicaron solicitadas en diarios de tirada nacional. ¿Cuál es la posición de ustedes, al respecto?".
Los especialistas remarcan: "Es lamentable que frente a una situación donde la seguridad económica está en juego, algunos sectores del país se muestren afín a los intereses de estos fondos. Creemos que brindarles apoyo, en cualquier forma,  es como alentar a Alemania en la final del Mundial. ¿Qué llevaría a alguien a alentar a un equipo que no fuera el propio? Aún cuando se pueda discutir respecto a las posibles soluciones del conflicto o las maneras de encarar las negociaciones, eso no debería implicar tomar partido por estos fondos foráneos que atentan contra el país y los intereses del pueblo".
Finalmente, Tarasconi indica: "Creemos que el hecho de que algunos estén en contra de la posición argentina y a favor de acatar el fallo tal cual fue pronunciado por la justicia norteamericana deviene de años de subordinación, cuando se confería a la opinión hegemónica el poder de la verdad para luego actuar en consecuencia. La posición conservadora, fascinada por la dinámica del capital concentrado, repite un discurso que le es ajeno pero que lo seduce. Y es en ese contexto que se menosprecian otras formas no hegemónicas que instan a la independencia económica y a la decisión soberana de los Estados".

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