domingo, 9 de marzo de 2014

¿Por qué el Papa Francisco no quiere a Massa?

La Nación, hoy.
"-Se instaló públicamente que Francisco no lo quiere recibir. ¿Está peleado con el Papa?
-En primer lugar, el tiempo dirá. En segundo, el manoseo político sobre una figura tan relevante como el Papa es un error.
-Le reformulo la pregunta: ¿está peleado con Bergoglio?
-No, para nada. Al contrario".
El periodista Diego Genoud aporta algunos datos acerca de esta supuesta enemistad entre Bergoglio y Massita.
-Hay un nombre que aparece muy relacionado a Massa: Jorge O’Reilly ¿Qué puede contar sobre él?
-O’Reilly es una figura importante desde siempre en Tigre, tiene una empresa que se llama EIDICO que tiene alrededor de 20 countries, no está sólo en el partido de Massa pero su base es Tigre. Tiene alrededor de 40 countries en todo el país, la mayoría en zonas inundables. En el sur –Chubut- tuvo varios conflictos, ha sido denunciado judicialmente. Sin duda, la relación con Massa es muy importante. Massa lo lleva a la Jefatura de Gabinete de la Nación en el 2009 como asesor ad honorem. Era un tipo que no tenía ninguna experiencia política pero sí con mucha relación con él. O’Reilly dice que Massa -en su momento-, lo imaginó como intendente de Tigre, cuando él todavía dudaba si se iba o no de ANSES y algunos dicen que hay como una sociedad entre ellos, que trasciende la política. Lo cierto es que es uno de los empresarios más importantes del círculo Massa. Además, expresa una política inmobiliaria que Massa profundizó. No diría que Massa la inició porque en Tigre todos sabemos que Ricardo Ubieto fue intendente durante 25 años, pero sí hay una política inmobiliaria, que surge en la época del menemismo, que tiene que ver con la expansión de las autopistas, con obras de infraestructura y con convertir a Tigre en lo que viene siendo, un terreno muy desigual.
-Tigre cedió muchos terrenos de su municipio para este tipo de construcción…
-O’Reilly comienza a construir una serie de obras que no estaban aprobadas. Por ejemplo, en Santa Bárbara, O’Reilly comenzó a construir sin tener la aprobación del municipio y cuando llega Massa -en el 2007- le da esa aprobación. Hay toda una serie de barrios cerrados, de countries con espejos de agua que construye O’Reilly y que además tienen esta particularidad: es un miembro de la Iglesia muy ligado al Opus Dei y llama a sus construcciones Santa Bárbara, San Agustín, San Isidro Labrador, San Rafael.
-Ya que habló de la Iglesia: ¿indagó cuál es su relación con Massa?
-Pasa por ahí. O'Reilly fue importante en ese primer momento de Massa en el gobierno, en ese 2009. Hubo un momento, incluso lo mencionó Verbitsky y me consta que es así, que O'Reilly sonó como candidato para la Embajada del Vaticano, antes de Cafiero. O'Reilly tenía una relación más directa con el nuncio -el delegado del Papa- que en ese momento era Ratzinger, o sea, dejarlo afuera a Bergoglio que según O’Reilly hacía política partidaria y no representaba la línea que bajaban del Vaticano. Ahora que Massa va a ir a ver al Papa y que incluso se cuentan anécdotas de que Massa dijo “me largo” cuando Bergoglio fue elegido Papa. En realidad, Bergoglio nunca tuvo una buena relación con Massa y O’Reilly, sino que jugaban con otro sector de la Iglesia, más conservador. Eso sucedió durante la gestión de Massa en la Jefatura de Gabinete, Massa y O’Reilly profundizaron la relación con los sectores más duros. Si bien el gobierno ya no tenía relación con Bergoglio, pusieron una ficha más en esa idea de que había que trabajar con los sectores más conservadores para dejarlo a Bergoglio afuera. Ahora se plantea como un seguidor del Papa, pero no fue así cuando estaba en la gestión".
Por su parte, Claudio Mardones escribía hace un mes atrás: "Desde que el Vaticano trocó en una esquiva "puertita de hierro" para Massa, comenzaron a multiplicarse los rastros sobre su desempeño como jefe de Gabinete de CFK entre julio de 2008 y el invierno de 2009. Esa hoja de ruta encierra dos malos recuerdos en la memoria de Bergoglio.
El primero ya es conocido y tiene que ver con Jorge O'Reilly Lanusse, el rostro público de la desarrolladora inmobiliaria Eidico SA, considerada la mayor constructora de barrios privados en Tigre y una de las principales del país. Este empresario, ferviente católico, mantuvo una estrecha relación política y de negocios durante la intendencia de Massa. Cuando el mandatario comunal de Tigre pegó el salto a la Casa Rosada como ministro coordinador, llevó a este padre de seis hijos como su asesor ad honorem. Ahora, hasta el propio massismo le carga las culpas a O'Reilly por haberse propuesto ante el flamante ministro como embajador argentino ante la Santa Sede.
Los registros datan de la época previa a la designación del actual embajador Juan Pablo Cafiero. Según deslizan en el massismo, O'Reilly, un hombre vinculado al Opus Dei, recomendó concluir las peleas con el Vaticano, especialmente la que mantuvo la Casa Rosada con el ex obispo castrense Antonio Baseotto, quien sugirió "tirar al mar atado a una piedra" al por entonces ministro de Salud Ginés González García, que se había mostrado a favor de despenalizar el aborto. Eran los días de la "guerra fría" entre Bergoglio y Néstor Kirchner, y tanto Massa como O'Reilly propusieron rodear al arzobispo porteño y acordar con sus enemigos en la Santa Sede, entre ellos, el embajador de Benedicto XVI en Buenos Aires, Adriano Bernardinio, y el ex secretario de Estado Angelo Sodano. El acercamiento, se sabe, incluyó una reunión nocturna en la nunciatura porteña con Dominique Mamberti, secretario de Relaciones con los Estados de la curia romana, que estaba de visita en Buenos Aires, preocupado por la pelea con Basseoto y por la advertencia de la Cancillería de anular el obispado castrense en el país. Bergoglio se enteró cuando los hechos estaban consumados y los identificó como parte de una nueva ofensiva en su contra, aun mayor.
"Mejor no te metas en política, que esto no es lo tuyo", le habría dicho Bergoglio al "entrepreneur" del real state, cuando se reunió con el entonces arzobispo para aclarar las versiones que circulaban. Después de la última elección papal, el empresario envió sendas cartas a Francisco para despejar dudas. Tiempo después fue invitado a distintos eventos pontificios, "pero la respuesta que recibió de Bergoglio fue que siguiera participando", grafican desde Eidico.
Dicen que Massa ahora reniega de ese acercamiento con O'Reilly, que "hace mucho que no lo ve" y que "ya no es la misma relación que antes". Pero cerca del empresario identifican al líder del FR como "un desagradecido que desconoce por completo la realidad eclesiástica".
Pero, más allá del nivel de profundidad que tengan las pasiones adversas que se prodigan estos dos ex socios desconfiados, dentro del episcopado argentino algunos memoriosos recuerdan que "O'Reilly era sólo la punta del iceberg" de la maniobra que desató la bronca bergogliana. La matriz de la movida, con "Massita" como coordinador, buscaba aplicar la máxima "promover para remover" contra el entonces cardenal y arzobispo, y llegar a un acuerdo con el gobierno papal de Benedicto, para que Bergoglio fuera designado jefe de la "Pontificia comisión para América Latina" o titular de la "Congregación para las obras pontificas misionales", y así sacarlo con honores de Buenos Aires y depositarlo en Roma al mando de alguna de esas áreas o de otro importante dicasterio del Palacio San Pedro. El plan tenía a Massa como impulsor y a los arzobispos de La Plata Héctor Aguer y de Rosario José Luis Mollaghan, con el auspicio vaticano de Bertone, Bernardini y el cardenal Angelo Sodano. Desde el 13 de marzo todos ellos forman parte del sector que perdió en la interna vaticana. Quizás por eso, como admitió Massa, el habemus papam le "pegó fuerte" y, como le dijo a su primer biógrafo, "fue una trompada al medio del mentón". El perdón todavía no ha llegado y, según dicen en nombre de Bergoglio, demorará".
En septiembre, el procesado Pagni describía a Bergolgio como una piedra en el zapato del diputado nacional: "Cuando él era jefe de Gabinete, Néstor Kirchner vivía irritado con Jorge Bergoglio. Llevado por esa obsesión, el ex presidente organizó una maquinación contra el arzobispo. El entonces gentiluomo de Su Santidad, Esteban Caselli, aportó su amistad con el cardenal Leonardo Sandri. El empresario Emilio Noceda aproximaría al secretario de Estado Tarcisio Bertone. Y el developer Jorge O'Reilly aportaría sus propios contactos con la curia. Las gestiones debían desembocar en el reemplazo de Bergoglio por un ahijado de Caselli, Oscar Sarlinga, quien dejaría la diócesis de Zárate-Campana para convertirse en arzobispo de Buenos Aires.
Bergoglio se enteró de la maniobra por uno de sus innumerables amigos peronistas. Y, con apenas una llamada telefónica, la frustró. Lo más probable es que todo haya pasado al olvido. Monseñor Sarlinga visitó a Francisco en una audiencia pública, el 26 de junio pasado, y dos días más tarde lo elogió en su blog "por el sentido de la clemencia y de la misericordia".
Algunos íntimos de Bergoglio aseguran que él no asocia a Massa con aquella asonada. Creen que el candidato debería haber insistido en su viaje, y prometen que, cuando lo haga, será recibido con cariño. Massa, igual, aprendió a ser precavido. Es la ventaja de tener sólo 41 años y haberse reencarnado ya varias veces".
Castejón agrega otro dato: "Un apartado especial merece el arzobispo Héctor Aguer, ya que el reconocido líder de los obispos conservadores, también -como Bergoglio- supo pisar terreno sanmiguelino; así mientras -en los 80- el hoy Para Francisco era rector del Colegio Máximo de San Miguel, su archienemigo, Héctor Aguer, era Capellán del Colegio Don Jaime, de Bella Vista, donde estrechó vínculos con el actual intendente “renovador”, Joaquín De La Torre, que forma parte de la mesa chica del armado de Sergio Massa y que de esta forma le pone alguna piedra más al difícil camino del tigrense hacia la Santa Sede".
Pablo Mendelevich, hoy en La Nación, se pregunta: "¿Por qué Francisco recibió en el Vaticano a dirigentes argentinos del más amplio espectro ideológico, incluso a kirchneristas antes hostiles con él, pero nunca estuvo Sergio Massa? En el entorno de Massa dicen no tener información de que el Papa no quiera recibirlo. "Nosotros nunca pedimos la audiencia -explican-. No quisimos quedar asociados a aquella maniobra kirchnerista de llevarlo a Insaurralde a Río para la foto de campaña." ¿Y en noviembre, Massa no viajó a Europa? "Sólo estuvimos cuatro días en España, no había tiempo".

Más:
Familiar de O'Reilly, secretaria de Medios de Scioli
O'Reilly, acusado de fraude

0 comentarios:

Publicar un comentario