jueves, 27 de marzo de 2014

Aplausos para Baradel

¡Qué suerte tienen los docentes bonaerenses de tener un representante de la talla de quien está exponiendo la inoperancia crónica de Scioli y su increíble De Lucía!
¡Qué suerte tiene el kirchnerismo de tener entre sus filas a un cuadro que lo ayuda a recuperarse de la anomia y el entreguismo tonto de los últimos tiempos!
Como pidió NK en su momento, es obligación del que se siente incluido en un proyecto político de marcar los errores y además proponer soluciones.
Y Baradel acude a las obvias: actualización fiscal para los sectores de poder de la provincia bonaerense, nuevos impuestos para actividades no gravadas (juego), reorientación de subsidios, el tema de los country (ahí puede ayudar D'Elía).
Sólo pide decisión política, como cuando NK agarró la plata y se fue raudo hacia Entre Ríos.
Otro país, sí. Pero la misma situación que demanda audacia mínima por parte de las personas en lugares de decisión.
Muchas veces corrido por derecha e izquierda, Baradel no exagera. Es amplio como docente. Basto, física y espiritualmente. No se enoja, y emociona cuando recuerda las luchas de los 90's.
Baradel invita a la discusión sobre el doble cargo, el ausentismo y los controles estatales.
Baradel está convencido de que lo que exigen los docentes es justo y hace a la dignidad mínima de un trabajador de la Educación.
Esa convicción clarifica el camino y no hace dudar si tiene que criticar a supuestos compañeros de ruta política.
No le hace mal al gobierno nacional. Todo lo contrario. Lo abofetea para que despierte.
Que algunas instancias nacionales hayan decidido recurrir a prácticas económicas, sociales, políticas impensadas hace unos años atrás no quiere decir que todo el hacer dentro del kirchnerismo deba seguir el mismo camino.
Otros, como Baradel,  pueden apostar por seguir con las luchas infinitas de recuperación salarial y mejoras profesionales.
¿Quién puede reclamarle por eso?
Sólo los que crean que ya todo se terminó y sólo esperan reacomodarse para el 2015.
Duda: ¿los que se quejan porque los chicos, con el paro, han perdido muchas horas de clases, son los mismos que azotan a la educación argentina por no enseñarle nada a sus estudiantes o son otros?

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