Se acerca el Plan de Adecuación de La Nación

Explotó Bartolo. Cansado de que le recuerden que les debe casi 300 millones de pesos a todos los argentinos, salió crispado con una editorial dirigida a sus lectores para que no se dejen influir por el Relato K de que es una empresa corrupta, que hizo negocios con la DiKtadura y que además se niega a pagar deudas previsionales.
Como era en el caso de Clarín, una cautelar (¡de 10 años!) la exime de cumplir con esos compromisos que cualquier otro ciudadano argentino debería cumplimentar, excepto que tenga un poder de fuego y apriete como el del socio de aquél (y del Estado también) en Papel Prensa.
Ya lo anticipó Carrió, cuando dijo que la posición de La Nación es totalmente endeble ante el Estado. De ahí su enfilamiento detrás de Clarín, al cual veía (¿ve?) más íntegro.
Quizás este refrito de denuncias contra Lázaro Báez sea la única estrategia que les ha quedado a estos dos grandes multimedios para extorsionar directamente a CFK.
Clarín ya falló y tuvo que ir con la cabeza gacha a advenirse a cumplir con una ley sancionada por el Congreso Nacional y ratificada en su constitucionalidad total por el máximo tribunal del país.
Muy probablemente a La Nación le suceda lo mismo y termine con un plan de cuotas en lo de Etchegaray.
En ese marco, aquellas denuncias contra Fariña, Elaskar, Rossi, Jelinek y Calabró son un símil de las actuales contra el empresario K, sólo con otro vuelo a partir de la torpe intención de Báez de que el periodismo no publique datos que él considera falsos.
Se verá esta semana si la nueva denuncia victimizante de Clarín de hoy logra superar la victimización de su secuaz. Difícil. Parece que el esplendor de Santoro se quedó en los lejanos 90's menemistas. Hoy es tiempo de los lanatianos recontraremilchequeantes Wiñaskies.