martes, 22 de octubre de 2013

¿Esto es periodismo?

"Los que quedaron a cargo del gobierno, como consecuencia de la operación y posterior convalecencia de la presidenta, carecen de la más mínima materia gris que se requiere para poder llevar adelante una gestión en un contexto económico y social extremadamente complejo, con una recesión instalada hace meses y una ola inflacionaria que carcome el poder adquisitivo de la clase media y los sectores populares. 
Los problemas de salud que ahora atraviesa Cristina no le quitan responsabilidad. De hecho, fue ella la que decidió poner a dedo al impresentable y corrupto de Amado Boudou como vicepresidente, que pese a las graves denuncias de corrupción sigue en funciones, está a cargo del Poder Ejecutivo.
La presidenta demostró ser absolutamente egocéntrica, sin la más mínima capacidad de autocrítica. Por ello optó por rodearse con obsecuentes y aplaudidores, que no tienen margen para sugerir un mínimo cambio de rumbo. Peor aún, se le ha dado participación en cuestiones de Estado a los hijos de Cristina, que no fueron elegidos por nadie.
Máximo Kirchner es un muchacho con problemas de conducta, incapaz siquiera de terminar una carrera universitaria o de tener un trabajo estable. Su principal habilidad parece ser la de jugar a la play station, mientras digita que sus amigos, que forman parte de La Cámpora, sean puestos a administrar discrecionalmente algunas de las cajas más importantes del Estado. Las consecuencias están a la vista, por ejemplo, en el desmadre en que se ha convertido Aerolíneas Argentinas".
Fuente
¿Les costará mucho a muchos medios recomponer su relación con las audiencias luego de su enfrentamiento con el kirchnerismo?
¿O esa recomposición está asegurada precisamente por el vínculo medio-audiencia y su visión ideológica que los relaciona?
¿O acaso no hay nada que recomponer?

1 comentarios:

José Pepe Parrot dijo...

Están de moda estas peroratas, porque los medios han alentado el analfabetismo político fundado en prejuicios.
Por eso la "gente" lee ésto y asiente con la cabeza, como esos perritos de los taxis que se mueven al ritmo del asfalto.

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