lunes, 19 de agosto de 2013

Caceriodismo psiquiátrico y rosadismo a la parrilla

Eliaschev: "Se han descripto como Frente “para la Victoria”. Si sólo fuera por la descomunal batalla ganada en la Antártida, se trataría apenas de una impostura de pequeñoburgueses con la cabeza recalentada (los llamaban “termocéfalos” en el Chile de Salvador Allende). Pero es bastante más grave que eso: con sus disparates de esta semana, para muchos Cristina Kirchner parecería haber avanzado varios pasos rumbo a una progresiva identificación con Isabel Perón. Sólo faltaría que ruegue no ser hostigada".
Fontevecchia: "Que la Presidenta enloqueció se ha convertido en un lugar común. Sea o no cierto, la sola creencia se transforma en un hecho político. La verdad pública no pasa por la certeza individual de un solo sujeto. Depende de los hábitos interpretativos de la sociedad, que cambian en función de sus propias necesidades".
Castro: "Los médicos de la Unidad Presidencial estuvieron en alerta durante todos estos días. Anida en ellos un sentimiento de preocupación. No es para menos: la labilidad emocional de Fernández de Kirchner, circunstancia que acontece de consueto, se ha acrecentado en estas horas de pena y enojo.
Los altibajos anímicos se ven exacerbados por el entorno de soledad que rodea a la jefa de Estado. La ausencia de Néstor Kirchner se hace cada vez más presente. Uno de los grandes problemas que enfrenta hoy la Presidenta es la soledad que el poder ahonda. Y eso no se resuelve con ningún medicamento.
En la conducta de la Presidenta se evidencian varios de los síntomas del síndrome de Hubris. El problema es que ella no se da cuenta de ello y los que se dan cuenta no se atreven a decírselo.
Es imprescindible que Fernández de Kirchner recobre el equilibrio emocional, por su salud y por el bien de todos. La necedad, de la que lamentablemente suele jactarse, la dejará atrapada en las redes del síndrome de Hubris, una enfermedad del poder cuyas consecuencias negativas siempre padece la sociedad".
Leuco: "Cristina logró la unidad nacional: todos los argentinos le tienen miedo. El kirchnerismo ya funciona como el Frente para la Venganza y toma represalias. Los intendentes massistas, reunidos el jueves, confesaron que tienen que levantar la guardia y abrir bien los ojos. Nadie descartó que una pueblada fogoneada por el cristinismo incendie alguna comisaría en Tigre o en Almirante Brown. Todos se preparan para lo peor: un carpetazo de Horacio Verbitsky y de sus compañeros de los servicios de inteligencia o, peor aun, que algún cadáver narco aparezca en el territorio enemigo de Cristina. La situación más inquietante de todas tiene que ver con la estabilidad emocional de la Presidenta y con su mecanismo casi solitario para tomar decisiones".

Y a la noche, golazo de Insúa.
 
 

ACTUALIZACIÓN (9 Hs)
Declaraciones de la parrilla

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