domingo, 14 de julio de 2013

Ley de Medios: se viene el fallo de la Corte y Clarín se victimiza por enésima vez

Y se pega al máximo tribunal presentándose como blanco del gobierno, y denuncia que la DiKtadura quiere intervenirlo.
Denuncias que se repiten, que tienen el ingrediente de adelantar la impugnación de Zaffaroni, al que se construye como partidario del gobierno nacional y por lo tanto voto que debería anularse en la futura decisión judicial.
Un fin de semana de titulares alarmistas para mostrarse como atacado y a punto de ser conquistado por las hordas K, luego de días y días de ataques frontales a Moreno, representante del Estado ante la asamblea accionaria del Grupo.
Pensaba: ¿qué sentirá un periodista de Clarín sabiendo que cumple ese rol? ¿El de sostener el Relato Anti K con tal de que sus jefes mantengan sus ventajas empresariales y algo le repartan mediante su abultado salario y dádivas personales?
Perfil publica hoy que el fallo de la Corte Suprema sería salomónico: "La mira queda puesta en los ministros de la Corte, que están dispuestos a resolver la cuestión de fondo “lo antes posible”. Se estima que será con posterioridad a la feria judicial de invierno, aunque aún resta saber si será antes o después de las primarias del 11 de agosto.
Por estos días hubo intercambio de opiniones entre los cortesanos sobre la importancia que tiene para algunos de ellos hacer hincapié en la afectación o no de la libertad de expresión. En minoría, algunos preferirían limitar la cuestión al análisis del derecho a la propiedad, a la libertad de comercio, los derechos adquiridos y las cuestiones económicas del mercado.
De todas formas, el fallo de la Corte sería salomónico, alineado con la técnica jurídica de los camaristas, que para la mayoría de los cortesanos sería “ajustado a derecho”".
En ese tren victimizante, el Colo K llega hasta el nuevo jefe del Ejército, con el cual hoy Lanata correrá por izquierda al gobierno, para tratar de recomponer su imagen luego del papelón del domingo pasado con Luis D'Elía.
Ayer, en la tapa de Clarín, Giorgio ya no estaba bien alto, pegadito al logo.
Mientras, Edu van der Kooy fantasea con un nuevo amorío de CFK: "La cenas solitarias y tardías que Cristina sabría tener ahora con un hombre de buen porte, ajeno al universo político. Es Diego Carbone, el jefe de sus custodios. ¿Temor frente a algún imprevisto sobre su seguridad personal? Portavoces de la residencia dicen que nada de eso: que, entre platos de frutas y verduras, intercambiarían opiniones sobre la realidad".
A ver si por ahí logran su atención.
Parece que el tiempo se termina.

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