domingo, 16 de junio de 2013

Si sacás un libro, Lilita te ayuda a promocionarlo

Te consigue una entrevista con Lanata (¿para cuándo la Naranaj en PPT, Giorgio, que no damos más?).
Y después, protección de la Policía Metropolitana, porque la Federal es del gobierno, que es malo.
Si se te va la lengua, después en la Justicia negás todo y te hacés la tonta (lección 1 del manual carriotista).
Mezclás un poco con que estás amenazada. Vos y tus hijos.
Simple.
A ver:
""Tengo miedo. Por mí y por mi familia. Por lo que nos pueda pasar". Así empieza uno de los capítulos de Mis años con Néstor y todo lo que vi, el libro de Miriam Quiroga, la ex secretaria de Néstor Kirchner.
Quiroga, que fue directora del área de Documentación de la Presidencia durante el gobierno de Néstor Kirchner, llegó a la redacción de LA NACION escoltada por dos custodios, que portaban armas: así se mueve desde que la gente la reconoce por la calle. La misma gente que, después de haberla visto en Periodismo para Todos, se preguntaba cómo era que se había atrevido a hablar, si no tenía miedo y si la relación con Kirchner excedería el territorio de lo laboral.
-Llegué al programa de Lanata con muchos miedos y salí con custodia.
-¿Quien le puso la custodia?
-Tengo que agradecer mucho a Lilita Carrió, que se comunicó inmediatamente con el juez (Julián) Ercolini y pidió que se me pusiera protección. El problema es que la custodia que me ofrecían era de la Federal, que responde al gobierno nacional. El juez entendió, y yo pedí la custodia de la Metropolitana. Y con ellos estoy permanentemente. Me siento cuidada y segura. Pero mis miedos más fuertes tienen que ver con la oferta del director del Programa de Protección de Testigos del Ministerio de Justicia, Darío Díaz, que responde en línea directa a la Rosada. Esta persona me llenó de miedo.
-Concretamente, ¿tiene miedo de que atenten contra su vida?
-Él me ha transmitido esos miedos, pero me consta que todo lo que le cuento, él lo reporta a la Rosada. Según la evaluación que hicieron algunos jueces y fiscales, me convertí en un testigo de alto riesgo en este país. Y por eso tendría que entrar sí o sí al programa.
-¿Y qué significaría eso?
-Tiene que haber un consentimiento mío. Pero significa que me cambien la identidad; que me lleven a un lugar donde nadie sabría donde estoy, ni siquiera mi familia. También me darían un trabajo, me sostendrían durante seis meses y sanearían mis deudas. Por un lado, me da miedo; por otro, me da tentación porque no tengo casa, ni trabajo y tengo deudas. Para una persona como yo, cierra. Mi hijo, que vive conmigo, también podría entrar al programa. Y no sé qué voy a hacer, realmente.
-Muchos se preguntarán, Miriam, por qué no habló antes sobre la corrupción.
-Comencé a ver todo, a dimensionar lo que sucedía, incluida la corrupción, a partir de que me echan. Tomé conciencia de qué significaba todo eso.
-Pero los bolsos con dinero los vio antes.
-Sí, los bolsos los vi antes; es verdad. Y me los dieron para que los pese".

Más: La Quiroga habla con Christian Sanz (sí, con Christian Sanz, así que imaginate...)

1 comentarios:

ram dijo...

No sé si lo editorial será negocio con tanto papel impreso y tantos miedosos, lo que estoy casi seguro es que si diseñamos pañales a prueba de cagazo al oficialismo malo y malísimo, nos llenamos de billetes.
Aclaro que los pañales que menciono son para la función específica, proponer pañales para la portación de ciertas caras de ya saben qué, puede herirles la sensibilidad.

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