domingo, 17 de febrero de 2013

La semana extremista de Leuco Metralleta

Ya decíamos que el descanso estival poco había aquietado el espíritu del cordobés ladero del locutor del Campo en Continental.
Y en estos 7 días, un pico de antikirchnerismo cacerolero le provocó desestabilizaciones conceptuales (para colmo, redundantes) como la del lunes: azuzar eternamente que vivimos en una dictadura.
El martes se tomó un respiro con la conmemoración de la muerte de Julio Cortázar (permitiéndose un mensaje subliminal en eso de "Una incitación a la libertad", conectando con su anterior diatriba).
El miércoles retomó con todo, declarando a Luis D'Elía como canciller de facto del régimen kirchnerista y alarmando sobre "un tenebroso pacto con Irán". En este día, se dio el placer de repetir esa operación discursiva de unir a Irán (presentado como lo peor del mundo, ya que no están más ni Osama, ni Saddam, ni Khadafy. A propósito: ya tienen que estar poniéndose a construir un nuevo demonio de alcance global porque si no...) con Chávez, Castro, Correa, y, por supuesto, CFK.
El jueves se le ocurrió darle una vuelta al muerto tema Ciccone: afirmar que en verdad la ex imprenta era de... ¡NK! Ah, y Boudou está IMPUTADO. Repetido ¡4 veces! en el mismo párrafo (el cuarto).
El viernes le encontró la vuelta para hablar del genocidio de la ANSES contra los jubilados argentinos: como la muerte de Aron Schvartzman sucedió cuando Leuco estaba de vacaciones, escribió su columna conmemorando el primer mes de la muerte de Schvartzman, para subrayar la insensibilidad y la perversidad de la DiKtadura.
Y hoy domingo se despachó a lo grande: igualó las amenazas que supuestamente ha recibido el fiscal de la causa AMIA con el desempeño de los periodistas de su odiado 678. Todo para justificar los escraches contra los funcionarios K por parte de su clientela cacerolera: "La lógica 6, 7, 8 consiste en acusar y apuntar con el dedo, y con foto si es posible, a los periodistas o medios que dan a conocer alguna información no querida por funcionarios, amigos y favorecedores del Gobierno. Si esos muchachos luego sufren algún inconveniente, escraches, abucheos o citaciones de la Justicia, de inmediato responsabilizan a esa prensa de haber provocado la acción. Así, la culpa de la cobarde agresión que sufrió Kicillof fue de Noticias y la silbatina que se comió Boudou fue culpa de Clarín y La Nación".
Seguidamente, le da lugar a su disputa con Verbitsky, y refuerza la idea de que Argentina va rumbo a ser la Venezuela del mundo. Con todo lo que eso tiene de malo para un alma pura republicana.
A este ritmo, los resultados electorales de este año le van a caer peor que en 2011.

1 comentarios:

brague dijo...

excelente resumen sobre el loco de la metralleta.

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