sábado, 2 de febrero de 2013

La Nación y Perfil, a favor de que los kelpers participen de la negociación por Malvinas

Mendelevich: "No siempre los peatones esperan ansiosos el momento en que por radio o TV se informa cuánto subió o bajó el Merval, y ya se vio que el riesgo país es demasiado tremendista para decirnos cómo marcha todo. Índice más eficaz quizás sería uno que midiera la evolución del diálogo, según que el Gobierno lo reclame desafiante, lo practique excitado o lo rehúse sin gastar modales.
Por ejemplo, véase el cuadro actual: con Irán, sí; con De la Sota, no. Con intendentes alineados, sí, a pleno y con asado; con los que no aprendieron a aplaudir, nada. Diálogo con Londres sí (versión ¡dialoguen de una vez, piratas usurpadores!), con los isleños y con Macri, no. A Israel no hay nada que explicarle. Tampoco al fiscal Nisman. Pero para la AMIA y la DAIA sale una ración reforzada, cosa que su dirigencia aprenda lo útil que es dialogar. con Irán. El índice podría incluir pronósticos del tipo se viene el diálogo con los ex "fondos buitre"".
García: "Por el razonable temor de perder un gramo de soberanía, el país no acepta a los habitantes de las islas en ningún tipo de negociación. Así lo desea Gran Bretaña, tan experta como los iraníes en dilatar y embarrar conflictos, particularmente interesada en continuar la porfía por los intereses pesqueros en el archipiélago y por las desavenencias futuras sobre la Antártida.
La Cancillería, como en el caso actual del debate con Irán, debería mostrar un rasgo de imaginación al respecto, ya que la posición actual es idéntica a la de un canciller del Proceso militar, quien orondo un día declaró: “Los kelpers no interesan porque entran todos en el cine Opera”. No sólo el pensamiento es el mismo a pesar del transcurso de las décadas, lo que inquieta es la falta de iniciativa para modificar esa sepultura diplomática".
Kelpers que no son reconocidos como parte de la negociación ni por la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
En esta línea, ayer, había habido festejos por la sanción del FMI contra el país, que -además de verse en sus tapas- hoy se pueden sintetizar en los siguientes pasajes de esta "columna" publicada en Clarín: "La Argentina causa irritación en el mundo. El país carece de una historia interesante para contarle al mundo. 
Quienes entienden de finanzas internacionales, recorrieron los pasillos del organismo y negociaron con sus funcionarios, coinciden que el Fondo Monetario Internacional no expulsará a la Argentina del organismo por lo del INDEC. Pero sí coinciden en que, lo de ayer, resultó un tirón de orejas. Y que el dibujo de las estadísticas se convertirá en un chiste internacional.
El Gobierno, de cara a las elecciones, se topó con el enemigo perfecto. El FMI, que goza de una imagen por el piso por su actuación en los 90, le propinó un tirón de orejas a una economía que prescinde de sus créditos y de su asistencia. Eso sí, con una novedad. El Fondo le dice al mundo: la Argentina miente".

0 comentarios:

Publicar un comentario