sábado, 3 de noviembre de 2012

Le salió competencia a Birmajer

El guionista del injuriador profesional no está solo a la hora de defender a Clar----, perdón, la libertad de expresión. ¡Hasta reproduce la teoría lanatiana de que Clarín es el más débil! Es hora de incorporar un nuevo guionista, George. Quizás trae mejores chistes que el que le hiciste hoy a Mariano...
El escritor y periodista Marcelo Gioffre (ladero de Sebreli en Metro) escribe hoy una carta de adhesión y solidaridad con el Grupo en Perfil (donde su director, Jorge Fontevecchia, también escribe sobre los deseos explicitados por Magnetto estos días de que al gobierno se le acabe la plata): "En la Argentina de los últimos años las relaciones afectivas, laborales y hasta amorosas han quedado atravesadas por el eje estereotipado entre quienes defienden y quienes fustigan al kirchnerismo. ¿Cuál es aquí el grado de peligro? Frente a un Estado poderoso y un individuo pequeño, dos remedios corrigen esa asimetría: la fragmentación del poder y una barrera llamada derechos individuales. En cuanto a la fragmentación, a su vez, tiene dos vertientes: la división de funciones (de poderes) y la división en el tiempo (la alternancia). La división de poderes se fue desdibujando hasta desaparecer: basta ver las presiones impúdicas del oficialismo sobre los jueces federales, la Corte Suprema y el Consejo de la Magistratura. Hay incluso amenazas personales como en el caso del juez Raúl Tettamanti. Ni hablar de la transformación del Congreso en una escribanía automática. En cuanto a la alternancia, un matrimonio ya lleva nueve años en el poder, en 2015 llegaría a 12 y pretende aún más. Dictadores feroces como Hitler llegaron a la misma cantidad: 12 años. Y ahora van hacia la anulación de los derechos individuales, última barrera que puede alzar el ciudadano.
Desde la libertad de prensa hasta la libertad de circulación están gravemente amenazadas. Es inquietante advertir que el Gobierno acusa a los otros exactamente de lo que ellos quieren perpetrar: para anular toda voz disidente sostienen que vienen a “democratizar la palabra”. La tergiversación verbal llega a la apoteosis de argüir que la Justicia no debería ejercer su papel de custodio de la legalidad o que la minoría del Consejo de la Magistratura no debería cumplir su rol de contralor en el nombramiento de los jueces. Pero el intento de silenciamiento llamado 7D no es un fin en sí mismo, sino la herramienta para implantar derechamente el despotismo: cuando toda la prensa sea un inmenso Indec los ciudadanos recibirán información falsificada y ya no serán libres para votar.
Bajo esta perspectiva, ¿no es razonable pensar que los ideales políticos están en la Argentina de hoy por arriba de la amistad y hasta del amor, como lo estaban en la Casablanca de 1941? Ya no hay golpes de Estado porque los populismos son ahora el nombre amable pero fatídico del despotismo latinoamericano. Casablanca vuelve para interpelarnos en momentos en que lo que está en juego no es la encrucijada entre el Gobierno y un grupo económico, ni mucho menos entre el kirchnerismo y la oposición, sino entre república o tiranía. No hay hoy neutralidad posible: los tibios, los distraídos y los cautos son colaboracionistas. Los matices, que suelen ser muy ricos en épocas normales, han perdido todo espesor simbólico en este cruce de caminos".
Mientras, Fidanza (padre) se olvida de Magnetto y el golpeador de puertas hace un aporte al Relato Anti K y asegura que el gobierno está ca*ado hasta las patas...

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