lunes, 5 de noviembre de 2012

Hacia el #8N: buscan tranquilizar a los espontáneos organizados

Gregorich: "En lo que respecta al 7-D, estamos condenados a sufrir la catarata de avisos propagandísticos que el Gobierno paga con el dinero de todos, en especial en las transmisiones futbolísticas de las que no podemos, o no sabemos, sustraernos. En cambio, el 8-N se ha ido organizando en forma virtualmente anónima, sin mayores gastos, con la participación protagónica de las redes sociales y del boca a boca. Aunque compartimos muchas de las consignas que circulan, el anonimato en la conducción de los actos y la ausencia de la firma de los partidos políticos opositores nos suscita sentimientos ambiguos.
El peligro del 8-N residiría, entonces, en proclamar su apoliticismo y su índole de concentración de "gente común". Todo acto de esta clase es político y la gente común no existe. Nadie es una persona "promedio". Algunas experiencias del pasado, como la de los "qualunquistas" italianos y los poujadistas franceses, demuestran que estos movimientos suelen desembocar en el más estrecho conservadurismo. Los "indignados" españoles, italianos, griegos, en cambio, obedecen a otra tradición, a otro momento histórico.
También sería un grosero error agraviar, de cualquier forma, la figura de la Presidenta. La más dura crítica puede convivir con el respeto a la mujer en cuanto mujer, y a su dignidad institucional. No importa la profundidad de nuestra oposición".
Carpena: "Hoy se cumplen los diez días que el Gobierno le pidió a la CGT Balcarce para dar una respuesta sobre el reclamo del aumento del mínimo no imponible. ¿Accederá Cristina Kirchner a anunciar en las próximas horas algún alivio a tanto descuento que, mes tras mes, recorta los sueldos? Si lo hace, algo que sólo puede saber la almohada de la Presidenta, tendrá en cuenta el pedido coincidente de todo el sindicalismo y también podría dar una señal muy concreta para tratar de evitar que el descontento de muchos trabajadores los lleve a sumarse al 8N, el cacerolazo anunciado para el jueves.
El Gobierno sabe que muchos gremios opositores están organizando secretamente la movilización de sus afiliados, sin carteles ni identificación alguna, para la protesta anticristinista en el Obelisco y otros puntos emblemáticos del país. Y hay entusiasmo sindical por una obviedad: el éxito de la convocatoria desgastará más a la Casa Rosada y, de paso, le dará un impulso indetenible al paro que las tres centrales obreras disidentes realizarán dentro de 15 días.
En el moyanismo admiten que a su líder no le gusta demasiado la idea de compartir el palco con Barrionuevo, con el que lo une, desde el reinado menemista, una relación construida al calor de la desconfianza. Es una de las fotos que más incomodarían a Moyano".
Dinatale: "Entre los convocantes al cacerolazo hay reglas estrictas de no empañar con mensajes partidarios las marchas. No obstante, hay que decirlo, existen varios referentes de las redes sociales del 8-N que visiblemente responden a los lineamientos partidarios de algunos sectores de la oposición. Empero, algunos referentes opositores evalúan no concurrir a las plazas o calles para evitar un mal trago. Ayer, Macri se mostró abiertamente en favor del 8-N y fue duramente criticado por el ministro de Planificación Julio De Vido. Una muestra apenas del nerviosismo que existe en la Casa Rosada ante el inminente cacerolazo ¿Se animará la oposición a desafiar el humor popular y salir a las calles en contra de las consignas de algunos blogueros? ¿Cuál será el impacto para el Gobierno si se ve un nuevo escenario de calles y plazas tomadas? ¿Volverá a ignorar la Presidenta las expresiones de malestar popular por temas como la inseguridad, la corrupción, la inflación o el cepo al dólar? ¿Repetirá el ministro Abal Medina que los reclamos de la calle responden a algunos de los argentinos que viajan a Miami?".

Y mientras en Clarín continúan con las descalificaciones, el FpV sigue ganando elecciones.

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