domingo, 14 de octubre de 2012

¿Vieron que al final esto es una dictadura democrática?

No llega ni a una dictadura de verdad, como las de antes. Este kirchnerismo es tan trucho que hasta eso falsea: se han los duros, pero al final se comen todos los mocos de los controles. Se hacen los guapos, pero le marcás un límite ins-ti-tu-cio-nal y reculan como los mejores. Hacés un adn y acatan sus resultados sin chistar, che. Y planteás estudios y auditorías y podés hacerlos. Nada de eso de desaparecer gente por andar investigando cosas que molesten al Poder. ¡No! ¡Son-unos-tru-chos! Se las dan de dictadores y no llegan ni a un Falcioni (ejem, perdón...).
Julio Blanck: "El fallido operativo destituyente del oficialismo y la consiguiente ratificación de Leandro Despouy al frente de la Auditoría General de la Nación significaron, de modo quizás inesperado y sobre todo para el propio Gobierno, la fijación de un nuevo límite al poder.
Los seguidores más fervientes de la Presidenta, por no decir ella misma, quizá supusieron que el abrumador triunfo electoral de hace un año habilitaba de hecho la suma del poder público. De eso se trató el intento de destituir al auditor, ejecutado desde una comisión del Congreso. Pero la firmeza de Despouy que no se dejó llevar por delante, y el respaldo rápido y homogéneo que las fuerzas de oposición dieron al funcionario y a la potestad del radicalismo para nombrar al jefe de los auditores, hicieron hocicar la jugada.
Julián Domínguez, presidente de la Cámara de Diputados, un hombre que escucha y con eso le alcanza para distinguirse en estos tiempos tan ásperos, sacó las castañas del fuego del modo menos costoso posible para el oficialismo. En acuerdo de caballeros, negoció con los radicales los términos finales de la ratificación de Despouy.
En el Congreso dan por bueno que la orden de meter la marcha atrás provino de la propia Cristina. Lo que no se sabe es a quién se le ocurrió la viveza, que terminó provocándole otra patinada al Gobierno. Esas cuentas se van a saldar puertas adentro".
Leandro Despouy: "Acabamos de enviar recientemente, acerca de la Asociación Tupac Amaru de Milagro Sala. Allí aparecen las mismas desviaciones que en todos los programas de vivienda. No hay sólo un problema en la calidad de las viviendas, sino que vemos esencialmente una ausencia de rendición de cuentas, un manejo discrecional de los fondos y una forma de ejecución dentro de la cual se manejan con cheques diríamos… privados… Cheques de 50 mil pesos, por ejemplo, lo que permite que los reciba la Tupac Amaru y pueda distribuir todos los fondos de acuerdo a un manejo no registral ni contable y ni siquiera de acuerdo al nivel de administración financiera que establece criterios muy concretos de ajustes contables de rendición de cuentas propios de fondos públicos. Y estamos hablando de sumas muy importantes. Lo otro que se verifica es que la gente vive, efectivamente, en la vivienda, pero no tiene la propiedad. Es decir que, misteriosamente, nos encontramos con una situación muy extraña. No hay escrituras. Han hecho las cosas de manera de mantener una especie de dominio.
Nosotros, en las próximas horas, tenemos en examen, en el Colegio de Auditores Generales, varios informes elaborados por los técnicos y los científicos. Están debidamente procesados y se encontrarían ya en condiciones de aprobación. Hay situaciones de manejo de fondos; venta de títulos. Nosotros hacemos una auditoría del Estado muy intensa y muy concreta, pero tenemos también sobre el Servicio de Superintendencia de Salud que habla muy claramente de la situación de cómo, en 2009, el Estado recibió 2.400 millones y solamente distribuyó (entre APE y las obras sociales) 128.400 millones. La mitad quedó entonces en propiedad del Estado cuando, en este país, más de la mitad de las obras sociales están al borde de llegar a una situación de emergencia.
Por ejemplo, tenemos todos los informes sobre Acumar. Acumar es toda la cuenca del Riachuelo. Nosotros hemos hecho una auditoría ambiental muy completa. Hemos auditado también la ejecución de los fondos a través de los préstamos internacionales. También, antes, hemos auditado a Aguas Argentinas etc., y ahora se le obligó al Gobierno a establecer un plan único, que es el Plan Integral de Saneamiento Ambiental. Ahí tenemos más de 100 mil millones de pesos. Ya están en ejecución cerca de cuatro a cinco mil millones. Nosotros, por la sentencia de la Corte, tenemos la competencia para auditar cómo se ejecutan los fondos en el Saneamiento Ambiental. Bueno, todos éstos son informes que tenemos que presentar a la Corte Suprema de Justicia por ser parte de la sentencia de la Auditoría. Hemos elevado también una solicitud muy importante de la Corte con respecto a la situación particular de las empresas que podrían haber tenido relación con una empresa familiar del juez interviniente y designado por la Corte para la ejecución de la sentencia".
Edu van der Kooy: "Seducida, tal vez, por la asistencia del ex candidato de la izquierda francesa, Jean Luc Mélenchon, le preguntó si entendía que una ley sancionada por el Congreso, por amplia mayoría, todavía no se pueda cumplir. Por ese hipotético incumplimiento responsabilizó a Clarín. No existe tal incumplimiento: esa ley tiene vigencia con excepción del artículo 161, referido a la desinversión, bajo una medida cautelar que ampara sólo a Clarín. Ocurre que el Gobierno nunca se ocupó de instrumentarla por dos motivos: el desorden interno que hace dos semanas, recién, desembocó en la designación de Martín Sabbatella como titular del AFSCA, organismo dedicado a la aplicación de la norma. También ahora, tardíamente, se permitirá el ingreso de un representante opositor".

Aunque hay resistentes también a este Relato y saben la posta: se hacen los mosquita muerta pero son unos diablos tremendos. Además, los que siguen nunca erraron un diagnóstico estos años, así que hay que creerles que detrás de ese manto de inocentes ovejas se esconden lo que siempre han sido: rústicos -al decir de Pepito- déspotas.
Nelson Castro: "La presencia del ministro de Justicia, Julio Alak, en la tarde del jueves en la sede del Consejo de la Magistratura será, por lo lamentable, para recordar. El ministro, a la manera de un mandadero, irrumpió en ese ámbito para dar una conferencia de prensa en la que descalificó a quienes se oponen a que la postulante María Lorena Glagliardi sea nombrada en el juzgado que debe resolver la controversia por los artículos 161 de la Ley de Medios. Alak no podía ni debía estar dando una conferencia de prensa ahí, ya que el Consejo de la Magistratura es un organismo absolutamente independiente del Poder Ejecutivo. El ministro actuó, ni más ni menos, como un usurpador. He ahí, pues, el significado de esa presencia: el del avasallamiento. Es que el Gobierno siente que es en la Justicia donde queda uno de los pocos espacios institucionales de oposición a su ahora desembozada y desesperada necesidad de lograr la suma del poder público. Por eso, el “Aló Presidenta” del miércoles pasado tuvo un objetivo claro: el de presionar al Poder Judicial para convalidar el intento final del Gobierno destinado a destruir al grupo Clarín. Con eso, la Presidenta busca acallar las voces de la prensa libre a través de las que se expresan las ponencias críticas de la sociedad. De lograrlo, el oficialismo habrá dado un paso decisivo en su afán de consolidar un modelo chavista que, después del categórico triunfo de Hugo Chávez en las elecciones de Venezuela, representa para el Gobierno el ejemplo a seguir".
Joaquín Morales Solá: "El 7-D ha sido interpretado como una alusión al Día D; así se llamó el día del desembarco aliado en Normandía, que dio un vuelco decisivo a la Segunda Guerra. Por esas casualidades que la historia busca y encuentra, el 7 de diciembre es el aniversario de otro combate: el del ataque de la aviación japonesa, aliada de Hitler, a la base naval norteamericana de Pearl Harbor, que empujó a los Estados Unidos a la guerra. El final fue un desastre para Japón y sus aliados. Sea cual fuere la referencia histórica que valga, lo cierto es que la Presidenta está personalmente en guerra. En Normandía o en Pearl Harbor. Su reciente discurso fue una manera indirecta de sugerir en público lo que dice brutalmente en privado: A matar o morir. No es una orden correcta en boca de una líder democrática, pero es la orden que hay".
Alfredo Leuco: "No causa gracia la consigna vengativa y setentista que se cantaba por lo bajo en Tribunales: “Cinco por uno, no va a quedar ninguno”. Se referían a los jueces independientes. Los van liquidando de a uno y los ametrallan, no con tiros como en aquella época, pero sí con el aparato propagandístico del Estado que hace de la difamación una tortura del periodismo de Estado. Hay mucha preocupación entre los magistrados. Los que frecuentan diariamente los pasillos de la Justicia en general, pero de la federal en particular, confiesan que nunca se habían sentido tan rigurosamente vigilados y apretados como ahora desde la reinstauración de la democracia en 1983. Los servicios de inteligencia y los estudios de abogados, que diseminan la carne podrida que allí se produce, tienen amenazados a varios jueces y fiscales con carpetazos de distinto tipo".

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