domingo, 28 de octubre de 2012

Medios Opositores al Gobierno K: cómo "admitir" un "error"

Culpando al destinatario del "equívoco".
Sirvén: "Es verdad que fue aviesa la edición del racista chiste sobre bolivianos contado por Luis D'Elía, que se vio en el programa de Jorge Lanata, al ser suprimido el contexto real donde condenaba esa situación. El conductor de Periodismo para todos tuvo que reconocer el grave error. Eso no quita que el dirigente social defendido ayer con ardor en los spots de Fútbol para Todos repitiera la pretendida humorada con innecesario regodeo. No debió hacerlo.
Es cierto, además, que en el mismo ciclo se mostraron los recibos de los sueldos de los tres hijos mayores de D'Elía en la Anses, sin aclarar que se los veía más abultados por los aguinaldos. La tergiversación, sin embargo, no mejora que sea un flagrante abuso que el ex maestro pueda haber ubicado con tal facilidad en tan importante organismo público a sus más directos descendientes (que incluyen a dos hijos más, de menor edad). En todo caso, D'Elía está probando su propia medicina: para fogonear el linchamiento en redes sociales por parte de militantes virtuales, hace unos meses distribuyó una lista apócrifa de ingresos de periodistas críticos (nunca aclaró la fuente) que, sin ir más lejos, triplicaba graciosamente el valor real del salario de quien esto escribe.
Si editamos las notas como Diego Gvirtz lo hace en 6,7,8, nos convertimos en él, una tentación que hay que evitar a toda costa, aun cuando siempre será mucho más grave que los errores o manipulaciones sean emitidos desde un canal público (porque nos pertenece a todos), que desde una parcialidad privada, que sólo se representa a sí misma".
Calvo: "A nosotros también nos da risa. Que justamente el actual vicepresidente de la Nación y su pareja consideren poco serio a este diario nos da mucha risa. Sólo que preferiremos no sacarnos una foto en la redacción y subirla a nuestro Twitter.
Tenemos un estilo muy diferente al de ellos, en todo.
Repasemos nuestra supuesta falta de seriedad. Ayer, este diario informó sobre los rumores de crisis entre Amado Boudou y Agustina Kämpfer. No fue una nota en nuestra sección Protagonistas, sino en Política, porque no se trata de una relación cualquiera. Relatamos allí la preocupación que genera en el Gobierno cualquier alteración de ese vínculo: tanto el vice como su novia están siendo investigados por la Justicia por enriquecimiento ilícito, nada menos, y en ciertos pasillos del poder inquieta que un problema de pareja se convierta en una posible y escandalosa cuestión de Estado.
PERFIL aplicó estrictamente su Manual de Estilo también en este caso, porque no hay temas menores o mayores, sino tratamientos rigurosos o no. Así fue que hablamos con funcionarios y allegados a la pareja, quienes desmintieron una ruptura pero reconocieron que hubo una crisis que alteró algunos ánimos oficiales.
Intentamos contactar al vicepresidente, que es tan serio que no quiso atendernos. Fuimos a buscar a Kämpfer, que es tan seria que sólo nos preguntó de qué medio éramos: cuando lo supo no volvió a dirigirnos la palabra.
También consignamos ayer la advertencia de las fuentes consultadas acerca de que, si publicábamos algo, la pareja se mostraría feliz para aventar cualquier sospecha. Y allí aparecieron con una foto vía Twitter espléndidos, felices, sonrientes, desde el piso que comparten en Puerto Madero.
A propósito, deberían explicar en algún momento cómo hicieron para comprar ese y otros bienes cuantiosos, siendo él funcionario público desde hace 15 años y ella una inexperta y mediocre periodista. O acaso ocurra que entendimos todo al revés respecto de qué o de quiénes se están riendo los serios de Boudou y Kämpfer".

PD: ¿ A esto le llamarán "capacidad de autocrítica" cuando se la reclaman a los otros?

0 comentarios:

Publicar un comentario