lunes, 24 de septiembre de 2012

Pepito: de la mamadera al Chupete

No sólo volvió con su fijación del "Bebé montonero" en Perfil, sino que a Eliaschev le salió defender a De la Rúa, para presentarlo casi como un chivo expiatorio de... chachan chachan ¡¡¡el gobierno actual!!!
"La defensa que hace De la Rúa de su situación procesal es, por de pronto, un hecho digno de ser subrayado. Desde que renunció a la presidencia de la Nación, el 20 de diciembre de 2001, ha permanecido en la Argentina, ha dado la cara siempre, ha hecho frente a incontables reportajes periodísticos y ha preparado minuciosamente su propia defensa desde su condición de abogado.
Impresiona en cambio la catadura del acusador, el titubeante, opaco y oblicuo Mario Pontaquarto, autodefinido como un valijero de lujo, rol que se ha ido confirmando a medida que se van desplegando los testimonios.
Tal vez uno de los ángulos centrales que ha ido demoliendo la propia estatura jurídica de la causa es que la casi completa certidumbre de que aquel infortunado gobierno de De la Rúa no necesitaba realmente coimear a senadores peronistas y radicales para lograr la aprobación de una ley cuyas disposiciones principales estaban ya aprontadas por normas de menor rango. Es evidente, claro está, que el ventilador encendido por ese personaje patético que encarna el denunciante tuvo el efecto de iluminar prácticas y vicios propios de la vida parlamentaria, pero muy previos al gobierno de la Alianza (que duró apenas 100 semanas) y posteriores a ese ciclo.
De la Rúa no tiene futuro político ninguno. Es solo un hombre solo que se defiende de acusaciones que estima absolutamente exentas de veracidad. La suya es una peripecia política que feneció en diciembre de 2001. Pero lo notable y muy llamativo es que aquel ruidoso fracaso político solo haya recaído en los radicales, mientras que la casi totalidad de la primera línea del Frepaso se encuadró sin chistar en el kirchnerismo, donde muchos de sus integrantes treparon a posiciones prominentes. Además de los casos mencionados de Álvarez, Alessandro y Puiggrós, hay que incluir los de Diana Conti, Nilda Garré, Juan Manuel Abal Medina y Martín Sabatella, que van por la vida como si hubieran nacido en 2003.
El fracaso de la Alianza fue una tragedia nacional, de la que no son pocos los responsables, además del chivo emisario personificado en De la Rúa. Pero lo más ruinoso que, sobre ese terrible traspié nacional se apoyó gran parte de la épica oficialista desde 2003, ciclo durante el cual Néstor Kirchner y Alberto Fernández invitaron a Marcelo Tinelli a la Casa Rosada para que grabaran, junto a ellos, sketches de su programa de TV donde se ridiculizaba gruesamente a la pasada gestión, cuyos responsables obviamente no podían defenderse". 
Mientras tanto, la empresa paraperiodística para la cual trabaja, a esta hora del mediodía, le va picando el boleto a cada integrante de su viejo Grupo A en TN (hasta el Milico Aguad propuso formar una Mesa Nacional no sé de qué cosa, como para decir algo y cumplir con Magnetto) en eso de salir a defender los intereses empresariales del grupo (hoy Magda, en Continental, metió a Bárbaro -no da más ya. Estuvo anoche con el dr. Grondona; hoy, con Chiche en Mitre. ¡Eso es un militante!-, un constitucionalista distinto -como para variar y dejar descansar un poco a Sabsay, Loñ y Badeni-, Laurita Alonso -jijijiji- y Pino -...-) acorralado por el pasar indefectible de los días hacia el 7D.

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