jueves, 19 de julio de 2012

La Batalla Cultural

Carla Peterson, actriz
"-La Nación: La pregunta obligada es la Argentina de hoy. Algunos actores opinan, otros se comprometen, muchos se abstienen.
-Peterson: Sólo digo que me encanta ser argentina. Obviamente a veces muchas cosas me dan pena y me entristece que no podamos estar tranquilos. Veo que hay gente muy entusiasmada con este proyecto y mucha que no lo soporta. Yo creo que lo importante es que no haya conflictos, y menos entre nosotros, los ciudadanos. Uno ve lo del cacerolazo y piensa. ah, está bueno que la gente lo exprese si lo siente. Sobre todo que se pueda hacer. Pero después también pienso, ¿habría que haberlo hecho antes, cuando pasó lo del tren? ¿Está bien que se haga por un tema de plata? No sé. Son preguntas en el aire. Por eso prefiero no opinar. No creo que los actores tengan que ponerse en el lugar de opinólogos. Todos tenemos nuestro pensamiento, pero no sé si es necesario exponerlo. Hay que sacarle la lupa al actor. ¿Por qué hacernos creer que somos tan importantes?".

Néstor Ramljak, músico
"-El Atlántico: ¿Cómo ves a la Argentina en la actualidad?
-Ramljak: Veo a la Argentina en un proceso de cambio alucinante. Estoy esperanzado, me retomaron las ganas de querer estar al tanto de las cosas que pasan con sus pro y contras, en los últimos años me he interesado bastante más en la actualidad política que en el resto de mis años. Soy muy cauteloso en lo que opino y cómo lo opino, pero en términos de análisis tenemos todo y está muy bien encaminado para seguir saliendo. Hay muchos problemas que se vienen arrastrando hace más de 40 años en este país, no lo vació o lo robó algún gobierno que pasó, y me parece que hay mucha gente que no se acuerda de eso. Tampoco hay soluciones mágicas para 40 millones de personas de un día para otro, porque no es falta de voluntad, hay que organizar todo esto también, ¿no?
-El Atlántico: Sin embargo, hay gente que pide al gobierno soluciones urgentes y eso deriva en manifestaciones y otras expresiones que vimos en los últimos días.
-Ramljak: Está bien estar en desacuerdo, que se escuchen las voces, brindo por eso. Viví la dictadura desde muy pequeño, no recuerdo ninguna situación pero sé que fue una época dura. Lo que recuerdo es el inicio de la democracia con mucha gente en la calle, y eso lo quiero defender, me gusta. Está bien que haya distintas voces, pero detesto la gente que resta, me da urticaria, no me gusta. Se sabe a quién me refiero. Me gusta la gente que suma y en el sumar no todo es color de rosa.
-El Atlántico: ¿En qué sentido?
-Ramljak: Hay que entender que somos parte de un sistema conformado hace muchos años también, y no estamos acostumbrados a tener, por ejemplo, el control impositivo que tenemos. Son factores que en algún momento tenían que cambiar. Me parece apasionante que se generen conversaciones de hogares entre la gente, entre jóvenes, con sus aciertos y desaciertos. Debatimos, hablamos, y es lo que no pasaba en otro momento. Porque la banda en la que yo canto, treinta años atrás seguramente hubiese sido objeto del proceso, de investigación e incluso de detención. Por respeto a toda la gente que ya no está necesitamos tomar la rienda de nuestros días, esa es la realidad, ser parte todos del engranaje, somos muchos".

Marilú Marini, actriz
-Perfil: Hace un mes y medio que está aquí, y aunque sé que tiene una vida que la protege de los males externos, intuyo que no puede estar abstraída tanto de lo que pasa en Europa, hoy, y tampoco de lo que está viendo en la Argentina.
-Marini: Lo que a mí me desconcierta es que en Europa parte de nuestros impuestos son para pagar las deudas de los bancos, a los cuales nosotros estamos sometidos. En algún momento tendrá que haber un cambio para que la gente que verdaderamente produce sea remunerada por el producto que elabora y no que haya cúpulas de entidades económicas que disfruten de eso y que encima, cuando hacen las cosas mal, las tenemos que pagar nosotros. 
-Perfil: ¿Y aquí?
-Marini: En la Argentina todo me resulta algo confuso. Lo que una siente tal vez es que hay una continuidad de gobierno, pero no de Estado, algo que encauce. Es una línea fluctuante. Siento que hay una gran confrontación entre posturas, pero forma parte de este juego y de esta fuga en el sentido de fogosidad que tiene acá la gente frente a los problemas políticos, y también una necesidad y tal vez una postura de paternalismo: o todo lo que hace el Gobierno está bien o todo está mal. No hay grises. Me parece que resta un sentido crítico a esa energía que hay. Se tendría que trabajar en formar la responsabilidad de la gente para tener una real y contundente actitud democrática. La democracia es también confrontación, y es debate, y es oposición, es interpelación. Y eso es producto de la educación. Estamos frente a un problema educativo importante".

Matías Martin, periodista
-G7: ¿Te genera algún tipo de incomodidad decir algo a favor o en contra del gobierno?
-Martin: No, aunque mucha gente tomó un lugar en las trincheras y utiliza lo que uno dice en su favor. Cuando el gobierno hace algo que me gusta, lo digo. Después, muchos me preguntan si no me molesta que utilicen ese fragmento en los programas oficialistas. Sí, me da bronca, pero es lo que pienso. Quizás, alguien que no me escucha en la radio ve eso y piensa que soy un soldado del gobierno, pero no me puedo hacer cargo de lo que digan los demás. Después de todo, trabajar en los medios también es eso, bancarte que otros hablen de vos. Me acuerdo que, cuando recién empezaba, en un programa de cable, Maradona se enojó conmigo. ¡No lo podía creer! En ese momento Alejandro Fabbri me dijo: "Bienvenido. Ahora que sabés lo que es que hablen de vos, te recibiste de periodista". Y es cierto. Los periodistas nos pasamos la vida opinando de los demás, pero cuando hablan de vos, no lo podés creer. Te descoloca. Es muy duro que hablen de vos".

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