viernes, 13 de julio de 2012

El Campo nos van a dejar secos

"La difusión de un estudio del INTA que indica que en la Argentina sólo se repone una tercera parte de los nutrientes que se llevan los cultivos, fundamentalmente la soja, despertó la alarma en cuanto a la posibilidad de que la desertificación de los suelos pueda ser una amenaza más cercana de lo que pensaba. Lamentablemente, esa presunción no estaba errada. Para el ingeniero agrónomo José Marcelino, jefe del INTA Río Cuarto, los suelos de la zona pueden quedar inútiles desde el punto de vista agrícola en un plazo que podría no ir más allá de los 5 años, dependiendo del cultivo que se haga. Y su colega de Huinca Renancó, el ingeniero Guillermo Resch, redobló la apuesta al advertir que la poca ganadería que queda en el sur de Córdoba es cada vez más intensiva y, por lo tanto, también altamente extractiva.
Marcelino dijo que el tema de la extracción de nutrientes no es nuevo para el INTA, ya que sus técnicos lo vienen advirtiendo desde los comienzos mismos de la siembra directa, a mediados de los 70, con los primeros ensayos, y luego hace 15 a 20 años, cuando se comenzó a pensar en los altos rendimientos. “De los 100 qq/ha de maíz que algunos conseguían por aquella época se pasó a los 140 quintales y algunos de hasta 200. Y lo mismo con la soja, donde la extracción de nutrientes es muy grande”.
Advirtió Marcelino que no solamente hay que pensar en la soja, sino que la misma alfalfa u otros cultivos forrajeros también son altamente extractivos en materia de nutrientes.
Por otro lado, explicó que quien alquila un campo generalmente no repone nutrientes o lo hace muy poco, aunque seguramente si trabaja en su propio campo repone bastante más. “Eso hace que al alquilar pueda pagar unos quintales más y entonces se transforma en un ocupador de tierras a las que, en definitiva, las va expoliando en una actividad a la que los agrónomos que nos precedieron llamaban la agricultura minera, sin reposición de nutrientes. Es más o menos lo mismo que pasa ahora”.
Además de coincidir con lo dicho por Marcelino, el ingeniero Guillermo Resch, del INTA Huinca Renancó, advirtió que la extracción de nutrientes en el sur provincial se ha intensificado muchísimo. “Nuestra región, que era eminentemente ganadera, con apenas un 30% dedicado a la agricultura, hoy se ha revertido y la relación es exactamente inversa. Esto hace que haya mucha más extracción de nutrientes”, afirmó, para añadir que, por otra parte, la ganadería también contribuye a la pérdida de nutrientes porque se practica en forma mucho más intensiva. “Al trabajar con el ensilado se extrae prácticamente toda la planta y el cultivo es todavía más extractivo, ya sea en el caso del maíz o del sorgo, como se hace en nuestra región”.
“Y el panorama se complica más si se tiene en cuenta que van ya varios años consecutivos de sequía –agregó Resch- porque la falta de agua dificulta también la asimilación de los nutrientes que se puedan incorporar con la fertilización y esto hace que el productor muchas veces decida no fertilizar cuando hay escasez de agua, haciendo mucho más complicado el escenario”".
Fuente
""Lo que se hace en esta zona es explotación agropecuaria. Explotar es destruir y lo que se destruye es el suelo, despacito, pero se lo va destruyendo. Este es un modelo del que no podemos jactarnos los argentinos". La reflexión pertenece al ingeniero agrónomo Fernando Martínez, titular del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) de Casilda, quien manifestó que la explotación de la tierra que se hace en la actualidad no prevé la reposición de los nutrientes que se extraen por ese cultivo.
En declaraciones al programa "La barra de Casal" de La Red, el especialista aclaró que la pampa húmeda "tardará siglos en convertirse en un desierto" porque la característica principal de esta tierra "es que se la aguanta".
"Los suelos se van quedando cortos de nitrógeno. Podemos cultivar soja porque la soja independiza nitrógeno del suelo, pero la soja se lleva fósforo, azufre y magnesio. Esto lo designamos en Casilda (Santa Fe) como costos ocultos porque no aparecen en la contabilidad de nadie. Se sacan nutrientes de los sueños como si fuera una cuenta bancaria con fondos ilimitados", manifestó el ingeniero agrónomo.
El especialista encuentra las explicaciones a este proceso de degradación muy atrás en el tiempo. "Ese es el modelo agrícola de 1880. Saquémosle el jugo al suelo y después nos volvemos a Italia. Lo último no funciona porque no podemos volver a Italia, esto lo digo sin apuntarle a ninguna colectividad. Pero desde las asociaciones gremiales de productores hasta propietarios de campos, dicen que tienen una explotación agropecuaria. A esa gente habría que sacarle el campo porque no entienden nada. El suelo no se explota. Se puede utilizar, pero no explotarlo como un yacimiento de algo hasta que lo agotás. Al suelo tenés que hacerle cultivo que le aporten rastrojo en superficie y raíces por dentro del suelo para mantener el nivel de materia orgánica"".
Fuente
 

0 comentarios:

Publicar un comentario