martes, 10 de abril de 2012

Tim Robbins, de Página a Clarín

El actor y director estadounidense presenta la adaptación teatral de la clásica novela de George Orwell, 1984, con la interpretación de su grupo The Actors’ Gang.
-En 1984, está latente la cuestión del miedo como forma de imponer el poder. ¿Cómo ve esa relación actualmente?
-Creo que ya no se trata de la conquista de tierras, sino de la apropiación de recursos para que las elites sigan en el poder y las clases medias y bajas permanezcan igual. Eso y la dominación se logran en gran parte a través del miedo. En el libro se habla de un enemigo indestructible. Una guerra perpetua sólo puede llevarse adelante a través del miedo, y el enemigo que tenemos ahora es el terrorismo; es decir, un concepto. Entonces la maquinaria de guerra funciona constantemente porque no se puede derrotar a un concepto. Las guerras ya no son como antes, cuando se conquistaba tierra, se ganaba y todo terminaba. Ahora es algo que dura para siempre.
-En ese sentido, Michael Gene Sullivan dijo que Estados Unidos nunca había estado tan ciego por el miedo. ¿Coincide?
-Probablemente. Cada vez que fuimos a la guerra hubo miedo y muchos fueron presos por oponerse a eso. La situación es bastante mala porque la gente tiene bastante miedo del terrorismo. Basta tomar un avión para darse cuenta de eso. Yo trato de reírme, pero es terrible.
-El libro no sólo habla sobre la guerra, sino también sobre la fantasía de que se está cada vez mejor. ¿Eso está también en la obra?
-Claro, las telepantallas siempre dicen que la vida es buena, que aumentó la producción, que subió la calidad de vida. Eso sigue pasando en la actualidad cuando escuchamos cosas en la televisión que no son verdad. Orwell habla de los dos minutos de odio en los que todos se paran frente a una gran pantalla y se enojan con el enemigo durante ese tiempo. Hace un par de años me di cuenta de que yo, de alguna forma, hacía lo mismo y me deshice de la televisión. Yo participaba en las dos horas de odio mirando los noticieros y enojándome con Bush o con quien sea. Y un par de meses más tarde me di cuenta de que durante esas dos horas me sentaba, ponía un disco y escuchaba música. Por eso hay que darse cuenta de que es totalmente innecesario involucrarse en ese odio. Ya sé lo que siento, estoy informado, sé lo que pasa en el mundo, sé cómo voy a votar y no necesito todo ese odio en mi vida. De hecho, es ese odio el que nos desestabiliza. Fijate que mientras la izquierda y la derecha pelean entre sí, no se dan cuenta de todo lo que tienen en común. Creo que el propósito de la televisión es mantenernos divididos.
-Está la guerra en el original de Orwell, pero ahora hay muchas otras formas de control que entonces no existían…
-Él hablaba del miedo como forma de control. La naturaleza de la guerra posnuclear no es la aniquilación, sino anular los recursos de la sociedad a través del miedo a un enemigo oculto y no identificable al que ja más se puede vencer. De esa manera la clase gobernante se perpetúa en el poder. No existe la victoria ni la derrota. El terrorismo no es un enemigo, es un concepto. No podés invadir Japón y Alemania y listo. Según Orwell, algo como el terrorismo va a existir siempre. Y es por eso que el dinero va a seguir yendo a perpetuar la guerra y no, por ejemplo, al arte.
-Hablando de indignación, en 2011 tuvo lugar el movimiento Occupy Wall Street y fuiste parte de todo esto. Sin embargo, los echaron y se dispersó. ¿Cómo valorás la experiencia?
-El movimiento no terminó, sigue existiendo, la gente sigue hablando de la disparidad entre ricos y pobres en mi país. La protesta cambió y ahora se habla en los medios del 1% y el 99% (los ricos y los... demás). Creo que todavía podemos esperar más cosas de este movimiento. Lo que me interesó también de ellos es que no necesitaban de las celebridades para darse a conocer. Y que tampoco tenían un programa de objetivos, ni respuestas a los problemas. La agenda iba surgiendo en los debates. En cambio, tenés a movimientos como el Tea Party, que se dice que son creados “por la gente”, cuando en realidad son financiados por millonarios.
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2 comentarios:

Daniel dijo...

Tipo muy lúcido y comprometido. Gran nota.

Sergio Villone dijo...

De los marginados por Hollyowod, junto a su ex Susan Sarandon, por sus posiciones políticas.

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