domingo, 26 de febrero de 2012

La alegría de Viau y Sirvén

Se ríen con placer y sorna, como degustando por fin el placer de verla sucumbir, como pronosticaron. Entonces, piden su presencia, cuando en verdad siempre la han negado. A pesar de pasar como necesitados de su intervención, usan la ironía de llamarla a ver qué hace ahora, cuando -creen- le ha llegado su hora final. No les importa que su festejo incluya muertes y heridos. Sólo la profecía autocumplida de que la mina era una simple zorra a la cual todo le salía bien no se sabía por qué.
Viau: "Cuando las penas llegan –y, se sabe, no llegan de a una, llegan en batallones– la consigna es alejarse del dolor, desvincularse de la desgracia y desaparecer.
Desde que el miércoles por la mañana una formación del ferrocarril Sarmiento se incrustó en los topes neumáticos de la estación de Once nadie ha vuelto a saber nada de Cristina Fernández.
Los familiares recorrieron la ciudad en busca de sus desaparecidos. Pero había una desaparecida por cuya presencia clamaron y claman aún la prensa y las redes sociales: la Presidente. Era ella la que no estaba en los lugares donde se la debía haber visto, en las morgues y en los hospitales a los que debió haber llevado el consuelo y el pésame en representación de los 40 millones de argentinos que, entre otras cosas, también le han delegado esa función, la de expresarlos en los momentos sombríos. A cambio de eso, Cristina Fernández hizo llegar sus condolencias por escrito, desechó la cadena nacional para referirse al desastre y el Ejecutivo decretó dos jornadas de duelo nacional por los 51 muertos del tren. Un día menos que los que merecieron Néstor Kirchner, Facundo Cabral o Mercedes Sosa, quizás en previsión de que el montaje carnavalero pudiera trasladarse al sábado.
¿Se trata del fin del principio o del principio del fin del sueño plebiscitario y hegemónico? Quizás sea, sencillamente, que el cristinismo ha empezado a recorrer su propio camino. Un voladizo muy estrecho al que suele llamar “la profundización del modelo”".
El Sirviente: "Cristina enhebra un acto con el otro y también nos deja fisgonear cuestiones de su vida privada (la operación de tiroides, la escapada a Chapadmalal, el paseo con el perro de su hija por Río Gallegos). Arma en nuestra retina de telespectadores entrenados un reality ininterrumpido donde hay una sola participante, la más importante, la que siempre gana. Se la extrañó en estos días".
Aunque ambos no llegan al extremo de llamarla -nuevamente- loca, como Joaco: "Un poderoso empresario preguntó cómo es el sistema de gobierno. Uno de los ministros con más fama de influyente resumió así la respuesta: A la Presidenta se la acata. Somos diez ministros corriendo detrás de un loco".

2 comentarios:

Palo y a la bolsa dijo...

No llama la atencion que Cris se borre de situaciones como esta,ya antes El,se borro en Cromagnon, mina Rio Turbio ,y no es que tengan que ir a resolver nada,es simplemente un acto solidario con las victimas,suspender los carnavales no es suficiento,eso es un simple tramite burocratico-administrativo

ram dijo...

Claro, y si se prestaba al show de lloriqueos y discursos de ocasión, estos mismos mamarrachos andarían escribiuendo sobre: "no lo siente", "es una impostura", "la ausencia de decoro" y toda la sarta de porquerías que suelen escribir, aprovechando cada oportunidad y cada cosa para denostarla.
Dejémonos de joder, que diga lo que tenga que decir y en el momento que le parezca oportuno y se opina cuando lo diga. Pero bueno, la bosta periodística siempre necesita mandar veneno a cuenta de mayor cantidad.

Publicar un comentario