sábado, 8 de octubre de 2011

No paran de pegarle al Grupo A(hhh)

Por derecha y por izquierda. Sus empleadores y sus adversarios. Por errores propios reales y los que inventan sus orientadores mediáticos. Todo en medio de este espacio temporal que lo separa del final de fracaso, dominada por la sonrisa de esa que primero no se iba a presentar o que luego tenía como techo un 30% ("la facción kirchnerista"). La manada sólo debe aguantar hasta el 23O y comerse los mocos, aunque la densidad del descrédito va a ser muy difícil de revertir por parte de la mayoría de sus integrantes.
García (Perfil): "Quienes disputan el segundo lugar para la carrera presidencial del próximo 23 son imputados de cómplices, adictos o funcionales al régimen de Cristina de Kirchner. Por supuesto, la acusación proviene de los desplazados Alfonsín y Duhalde, quienes en la última elección no confrontaban exageradamente con el oficialismo, mas propiciaban la oferta primaria de “apoyemos lo que está bien, objetemos lo que hacen mal”. Hoy, en cambio, se han radicalizado, hasta modifican su personalidad característica: Alfonsín, cierta pasividad campera; Duhalde, ese lenguaje de presunto estadista con el que se vendía en los mostradores. Y como la piedra de su honda no alcanza a Cristina, personalizan sus obsesiones fastidiosas en Rodríguez Saá (Duhalde) y en menor medida en Binner (Alfonsín). Aun así, los especialistas en sondeos sostienen que estas alteraciones temperamentales, a veces groseras, ya no pueden alterar la medición del amperímetro: ambos candidatos parecen condenados al retiro. Ocurre que hace sesenta días, la lógica indicaba que el puntano podía ser el vice de Duhalde y Binner el de Alfonsín.Hoy, no sólo se invirtieron los roles en esta categoría pluma: quienes ascendieron ni siquiera contemplan a los otros como partenaires. Más bien citar sus nombres convoca a la escasa fortuna".
Bruschtein (Página 12): "Hay un sector recalcitrante en la sociedad que está seguro de contener una verdad que para la inmensa mayoría estaría vedada. Esa inmensa mayoría no estaría en condiciones de ver lo que para ellos es evidente y revulsivo. A veces con paternalismo, a veces con un profundo sentimiento de superioridad, con un elitismo elemental, explican esa diferencia de percepción que les da identidad como pequeño grupo. Reivindican esa percepción que les da rango de minoría, como si fuera de minoría exquisitamente profética.
No es la oposición, sino una fracción de ella la que se hace cargo de esa mirada, que es compartida por algunos columnistas de los grandes medios, que necesitan ese condimento para hacer más vibrantes sus comentarios. Pero esa actitud ante la realidad también tiene raíz en un sector de la sociedad, un sector con más tendencia a los prejuicios y a las miradas conspirativas tipo Sabios de Sión. Este sector alimenta a esos columnistas y a algunos políticos de la oposición en el peronismo disidente o en viejos sustratos del antiperonismo, radicalmente gorilas, por izquierda y por derecha".
Aunque a su favor deberíamos contar con alguna capacidad de fuego de la Lila, que con solamente una aparición en TN, el miércoles, ya logró que arrugara públicamente el antiinflacionista (y ahora proendeudamiento) Binner. Algo es algo, más allá de la endeblez del temple del compañero de fórmula de la norma clarinista. Mientras, el hijo de Raúl se cuelga.

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