viernes, 28 de octubre de 2011

La crónica anti K de Alfie de cada viernes

Antes de que termine el día, no podemos dejar de alarmarnos porque la inseguridad reinante en el país (¿no se acuerdan? Ah, ahora están con eso de los dólares, eh. Ya van a venir con el caballo cansado, van a ver) ya ataca hasta a las medidoras de rating. Alfie denuncia en Clarín que hay una que está presa, y que por una extraña razón el gobierno pone plata en ella (¿será para acallarla? Uuuuuu...). ¿A qué carcel enviará el dienro?
Y al final deja una inquitante afirmación brechtiana, que ya ha puesto a trabajar a Pato Bullrich y sus compañeros de Congreso (¿quedó alguno?): "Así como el Gobierno persigue a las consultoras privadas que miden la inflación, ahora le llegó el turno a la empresa más importante que mide el rating en el país".
Quizás su espíritu esclavo le haga proyectar imágenes que inclusive hacen que elija descartar el uso de la letra K. Por ejemplo: "Invierten en una medidora de rating K". O: "Se viene el Rating K". O (más lanateana): "Gastan plata en una medidora K antes que en darle de comer a los chicos pobres del Chaco". O: "Ahora Cristina quiere su propio rating".
¿O es que acaso Clarín se dio cuenta de que esa letra le ha hecho más daño a él que al gobierno?

1 comentarios:

El Bárbaro dijo...

Clarín, medime ésta!

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